Hace unos años las redes sociales empezaron a popularizar un término que a todos nos llamó la atención: los «Nanny Dogs». A muchos de nosotros nos atrajo el titular, en especial, porque venía acompañado por numerosas fotos de niños de la época victoriana, acompañados, custodiados casi, por los siempre preciosos «Staffordshire Bull Terriers».
Ahora bien, bajo estas imágenes se solía indicar que ahí se hallaba una muestra más de que «Pit Bulls» eran una raza noble, que solía ser utilizada para la custodia y guardia de los más pequeños en aquellos tiempos. Es, pues, importante concretar algunos aspectos.
En realidad, estas imágenes decían mucho más que todo ello. Los «Nanny Dogs» existieron, pero aquellos perros no eran los Pit Bull que conocemos ahora. No obstante, el mensaje que nos dejaba aquellas fotografías puede aplicarse a nuestra realidad: no hay perros asesinos, no hay perros guiados por la violencia innata y por la necesidad natural de ataque. Solo hay personas malvadas capaces de hacer que estos animales sean. en ocasiones, «máquinas de matar».
Y esto es lo que sucedió también en aquella época victoriana con los «Staffordshire Bull Terrier». Te lo explicamos.
La curiosa historia de los «Nanny Dogs»
Las fotografías que ilustran este artículo tienen casi siempre como protagonista a un perro muy especial, el Staffordshire Bull Terrier. Es un cruce, una raza con más de 200 años de antigüedad que se popularizó en Reino Unido a principios del siglo XIX y principios del XX.
Es un perro menudo, fortachón y ágil. Se sabe que a finales del siglo XIX era uno de los perros predilectos por la mayoría de familias de buena posición, eran unos animales muy juguetones, familiares y con gran sentido de la propiedad. Son perros que adoran pertenecer a una familia, cuidarla, sentir el vínculo y ante todo, estar con los niños. De ahí, que fuera muy común fotografiar a los más pequeños junto a este -y otros perros-. En especial, porque un perro venía a simbolizar la unión familiar, el cariño y la fortaleza de ese núcleo donde los terriers, por lo general, eran la raza favorita de los británicos.
Se los llamó «Nanny Dogs», en referencia a su vital entusiasmo y capacidad para estar siempre al lado de los niños e incluso de muchos soldados de la época, que gustaban tener a estos animales en sus regimientos como animales de compañía.
Ahora bien, no todo es tan positivo como nos transmiten estas bucólicas imágenes. Lamentablemente, la historia de los Staffordshire Bull Terrier dispone de un componente trágico donde la mano humana, como siempre, es capaz de los actos más negativos y sancionables. Esta raza de perro fue creada a partir de un cruce entre un Bulldog y un Terrier con un fin puramente lúdico: las apuestas. Esa boca grande, fuerte y ese cuerpo pequeño y corpulento era ideal para organizar peleas.
Se sabe que en los escenarios campestres como granjas u otros escenarios apartados, se cercaban a algunas reses, vacas y toros, para que los Staffordshire Bull Terrier las atacaran e iniciaran así un enfrentamiento sobre el que apostar. En las ciudades, se organizaban fosos donde la gente acudía para ver cómo estos perros mataban ratas y, así, generar también apuestas. La imaginación basada en la violencia no tenía fin y se sabe, por ejemplo, que en Staffordshire los mineros se los llevaban para que en los descansos, estos perros pelearan entre sí y, de este modo, entretenerse. Terrible, no hay duda.
Se sabe que durante estos años en Inglaterra, Irlanda y Escocia algunos comenzaron a experimentar con los cruces entre bulldogs y terriers, en busca de un perro más bravo y fuerte, hasta que finalmente terminó registrándose, por ejemplo, el «American Pit Bull Terrier» que conocemos ahora.
A día de hoy estas razas están consideradas como «potencialmente peligrosas», no obstante, todos tenemos claro que con una buena educación, un entorno apropiado, cariño y un adecuado entrenamiento, estos perros pueden ser nuestros mejores amigos, tanto para adultos como para niños. Si Dickens describió en «Oliver Twist» al Bull Terrier como el perro más malvado del mundo fue, simplemente, porque detrás de aquel animal se hallaría el «ser humano más malvado de la historia».
No dudes en dejarnos tus comentarios y en recordar nuestro artículo ¿por qué los perros dan vueltas antes de tumbarse?