El pozo de Darvaza, también llamado «Puertas del Infierno», es reconocido como uno de los fenómenos más impresionantes del planeta. Este cráter de fuego ubicado en el desierto de Karakum en Turkmenistán atrae a cientos de científicos, turistas, geólogos e historiadores por sus flamantes llamas que no han parado de arder desde 1970. El pozo de Darvaza es una leyenda por ser un cráter ardiente, un desierto inhóspito.
A propósito de esto, más allá de ser un cráter con una simple fuga de gas en combustión, también se le reconoce y estudia por la simbología de un poder oculto bajo la superficie de nuestro planeta. Sin duda, el pozo de Darvaza plantea una serie de preguntas y curiosidades, por eso a continuación te contaremos más del cráter de gas más famoso de Turkmenistán.
¿Qué son las «Puertas del Infierno» de Turkmenistán?
El pozo de Darvaza es un agujero negro que lleva más de 50 años ardiendo. Ahora bien, este pozo surgió de un accidente industrial en la década de los 70, cuando un grupo de turkmenos se encontraban en una excavación para buscar petróleo y gas. Para entonces, el suelo se resquebrajó y produjo un hundimiento en la superficie de donde salió una gran cantidad de metano.
Se cree que los obreros decidieron prenderle fuego al agujero para que cesara el gas. Sin embargo, años más tarde, el cráter de gas natural continúa iluminando el Desierto de Karakum con sus flamantes llamas. El pozo de Darvaza es un cráter de 69 metros de diámetro y 30 de profundidad y está ubicado a 260 kilómetros al norte de Ashjabad, la capital de Turkmenistán.
Ahora bien, el pozo de Darvaza fue bautizado como las «Puertas del Infierno» porque es una hoguera ubicada en medio de un desierto. Además, para algunos historiadores y geólogos su origen es impreciso, no hay mucha información de su existencia, por lo que la investigación se limita a lo que vivieron los turkmenos durante la excavación.
¿Por qué ordenaron cerrar el pozo de Darvaza?
El presidente de Turkmenistán, Gurbanguly Berdymukhamedov en 2019 y 2022, decidió anunciar apagar el fuego del pozo de Darvaza por las consecuencias naturales que ha tenido para las especies animales y para los habitantes de la cercanía. Asimismo, el presidente también afirma que esta zona genera grandes pérdidas de oportunidades de negocio.
En este caso, el gas natural es uno de los principales recursos económicos que impulsa tanto a Turkmenistán como a diversos países de Asia Central. Ahora bien, el primer problema es detener la fuga del metano y posteriormente apagar el fuego; no obstante, el problema menor es apagar el fuego, ya que bastaría con sellar el pozo.
En este sentido, para evitar que el gas metano se escape y se cree otro pozo, lo ideal es localizar la fuga para intentar taponarla con un proceso de exploración. Por ello, según experto en geomecánica del petróleo de la Universidad de Adelaida, Mark Tingay una de las alternativas para detener la fuga sería cortar el suministro del metano subterráneo. Mientras que, algunos expertos han recomendado al Gobierno de Turkmenistán dejar el pozo arder.
Visiones y misterios sobre su origen
El Pozo de Darvaza es una zona misteriosa que ha sido objeto de exploración y evaluación desde los más de 50 años que lleva ardiendo. Sin duda, la historia de que los geólogos soviéticos decidieron explorar la zona en búsqueda de petróleo es la más difundida; de hecho, teniendo en cuenta la versión de geólogos turcomanos, el enorme cráter en realidad se formó en la década de 1960 y empezó a arder en la década de 1980.
Por otro lado, George Kourounis, explorador canadiense, el único hombre capaz de adentrarse a las «Puertas del Infierno» dijo que: «Cuando pude verlo por primera vez y caminar hasta el borde, y el viento desértico y caliente procedente del cráter me golpeó en la cara, sentí que aquel era el tipo de lugar del que podría salir el propio Satanás, con tridente y todo».
Además, tras una investigación liderada por National Geographic, Kourounis señala que: «hay controversia sobre si se prendió de forma accidental, como por la caída de un rayo, o si fue intencional». De manera similar, el historiador Jeronim Perovic comenta en una entrevista que el misterio de las «Puertas del Infierno» es lógico.
Además, dice que: «la Unión Soviética no tenía problemas de suministro de gas, pues producía unos 700.000 millones de metros cúbicos al año, es probable que quemarlo hubiera sido la alternativa más práctica». Sea cual sea la versión de los hechos, las llamas que acompañan al pozo de Darvaza continúan emanando calor en este paisaje surrealista del desierto.
El turismo alrededor del pozo de Darvaza
Turkmenistán consideró que el pozo de Darvaza era un atractivo turístico indispensable para el país, por lo cual decidieron no apagar el fuego. De hecho, se ha convertido en una de las atracciones turísticas más populares del país, con 6.000 visitantes al año. En efecto, el resplandor nocturno que emana de las «Puertas del Infierno» fascina a los aventureros que recorren el Desierto de Karakum.
A causa de esto, al visitar Turkmenistán es recomendable hacer un tour guiado por el pozo de Darvaza, puesto que es una excelente oportunidad para disfrutar del poder de la naturaleza y la intervención humana. Por esta razón, antes de agendar el tour es conveniente que tengas en cuenta lo siguiente:
- A pesar de que puedes visitar el Pozo de Darvaza durante cualquier época del año, es recomendable ir durante los meses más frescos del año: desde octubre hasta abril. Durante estos meses, podrás aprovechar las noches frescas en llamas, ya que la temperatura es más soportable.
- Para realizar el tour debes disponer de mínimo 4 horas, puesto que desde Ashjabad toma de 3 a 4 horas para llegar al cráter.
- Los bordes de los cráteres son muy inestables, así que debes tener cuidado a la hora de explorar. Pero, esto no quiere decir que no puedas acercarte para disfrutar del espectáculo en llamas.
Palabras finales
A pesar del impacto ecológico, el pozo de Darvaza ha atraído a Turkmenistán cientos de turistas de todo el mundo por su origen misterioso y el espectáculo de sus llamas. Sin embargo, a la fecha el futuro de las llamadas «Puertas del Infierno» es incierto porque las autoridades turkmenas han considerado su desaparición por los efectos medioambientales y para el correcto aprovechamiento del metano.
De modo que, el cierre del pozo de Darvaza podría tener un impacto negativo para el turismo local, pues a pesar de ser un fenómeno natural, ha logrado asombrar y cautivar durante décadas. Finalmente, la decisión de cerrar o apagar el fuego de las puertas del infierno dependerá del equilibrio que logre darse entre el impacto medioambiental, las necesidades económicas y el atractivo turístico de la región.