Probablemente has oído hablar de la regla 80-20 en lo que respecta a la dieta, pero hay otra área de tu vida en la que se debe aplicar el mismo principio: las citas. En este caso, la teoría dice que en una relación sana, el 80 por ciento de la misma debe ser fantástica, y el otro 20 por ciento tienen que ser… cosas  con las que puedas vivir. En otras palabras, nunca vas a encontrar a una persona que te dé el 100% de lo que quieres todo el tiempo, pero si tienes una relación en que eres 80% feliz, entonces puedes estar casi seguro de que estás inmerso en una relación genial.

Por qué la regla 80-20 puede mejorar tu vida amorosa

De hecho la regla es muy inteligente: En lugar de obsesionarte con la búsqueda de la persona «perfecta», en una relación que es inalcanzable -ya que nada es perfecto-, la regla 80-20 nos da permiso para abrazar nuestras relaciones, aceptando a nuestra pareja por quién es (y aceptándonos a nosotros mismos, por extensión).

La regla 80-20 es una parte muy coherente de la realidad, y llevar nuestras expectativas al nivel de la realidad es, sin duda, saludable. Incluso si crees en la idea de un alma gemela, ni siquiera tu ideal físico, mental y espiritual, posiblemente, pueda hacer frente a la lista de exigencias estrictas que todos tenemos en nuestras mentes.

Por qué la regla 80/20 puede mejorar tu vida amorosa

Un caso práctico: Nadie tiene la altura exacta, lleva tu perfume preferido, no se muerde las uñas y le gusta leer en la cama, mientras la música clásica se filtra suavemente a través de los altavoces de gama alta… Incluso si tiene todas esas cosas y más, es inevitable que carezca de otras. Porque eso es lo que somos como seres humanos: Imperfectos.

Las expectativas realistas resultan en menos estrés, más autoestima y mejores relaciones. Algo que desemboca sobre todo en una buena relación más tranquila y más realista que la búsqueda sin fin del Santo Grial de la conexión.

En lugar de perder la cabeza cada vez que algo va mal, la regla 80-20 de las relaciones y la vida te acerca a abrazar el hecho de que nada es perfecto, pero quizá lo que tengas ya sea lo suficientemente bueno. De hecho, es muy bueno, porque es la realidad, es tu realidad y no la cambiarías por ninguna obra platónica de tu imaginación.

Por otra parte, no olvides que la parte del 20 -la menos agradable- no debe ser más que eso, una pequeña parte del conjunto; si es más… tienes que plantearte el valor de la relación y si está haciendo tu realidad más llevadera o ensombreciéndola.

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