La mayoría de deportistas de élite del mundo se han fijado como objetivo para las temporadas que ahora empiezan los Juegos Olímpicos de que se celebrarán este verano en Río de Janeiro, pero si miramos atrás vemos que 16 participantes en Londres 2012 han fallecido desde entonces. Una cifra bastante elevada, más si tenemos en cuenta que la mayoría de estas muertes se debieron a accidente o fenómenos extraños, aunque también hubo alguno relacionado con el deporte. Es lo que ya se empieza a conocer como la trágica maldición de Londres 2012.

Problemas de salud

Keitani Graham tiene el triste honor de inaugurar esta lista. Defendió a Micronesia, un pequeño archipiélago del Pacífico, en lucha grecorromana pero cuatro meses después de participar en los Juegos Olímpicos, en diciembre de 2012, moría víctima de un ataque al corazón. Unos meses después, en noviembre de 2013, el halterófilo guatemalteco, Christian López murió víctima de una neumonía. El deportista decidió no medicarse por miedo a dar positivo en los Juegos Bolivarianos que se celebraban unas semanas más tarde.

Laurent Vidal, quinto clasificado en la prueba de triatlón, fue el último en ingresar en esta lista. Murió el pasado 10 de noviembre a causa de un paro cardiaco; pero su situación no acaba aquí. En abril de 2014, ya sufrió un episodio de muerte súbita al que consiguió sobrevivir, pero que le hizo abandonar el deporte. Vidal seguía ligado al mundo del triatlón, ya que entrenaba a su mujer. La tenista británica Elena Baltacha, quien también falleció en 2014 víctima de un cáncer de hígado.

Suicidios

La presión que sufren los deportistas de élite es muy alta y, a veces, nos encontramos casos como el de la judoka rusa Yelena Ivaschenko, que tras encadenar cuatro títulos europeos en Londres no pudo pasar de cuartos de final. Acabó saltando por la ventana de su apartamento. También se suicidó el boxeador australiano Billy Ward, víctima de una depresión. Con 19 años fue uno de los participantes más jóvenes de los Juegos.

Accidentes de todo tipo

El surafricano Burry Stander era uno de los mejores especialistas de mountain bike (finalizó quinto en Londres), hasta que un coche lo atropelló mientras entrenaba a principios de 2013, acabando con su vida. Un accidente de tráfico también acabó con la vida de Besik Kudukhov, subcampeón olímpico de lucha libre en la categoría -55 kg; mientras que la nadadora Camille Muffat (oro en 400 libres) y el boxeador Alexis Vastine, ambos franceses, perdieron la vida en un accidente de helicóptero el pasado mes de marzo, cuando grababan en Argentina la versión francesa de ‘Supervivientes’.

El regatista Andrew Simpson también se colgó la plata en Londres, pero en mayo de 2013, mientras entrenaba para la Copa América de vela, quedó enganchado debajo del barco y murió ahogado. Un destino parecido tuvieron Trevor Moore, regatista estadounidense cuyo cuerpo no se encontró -su barco apareció a la deriva en Florida- y Daundre Barnaby, un prometedor atleta canadiense que en mayo se ahogó en una isla caribeña durante una concentración de la selección de Canadá.

Asesinados

El tirador tailandés Jakkrit Panichpatikum fue asesinado en octubre de 2013… por unos sicarios a los que contrató su propia suegra. Panichpatikum acababa de salir de la cárcel tras pagar la fianza por, presuntamente, intentar asesinar a su mujer. Otra atleta, la bielorrusa Yulia Balykina, apareció muerta hace unos días en un bosque cerca de Minsk. Sancionada por doparse desde 2013, desapareció en octubre y su novio es el principal sospechoso del asesinato. También fue asesinado el luchador egipico Abdelrahman El-Trabily durante las protestas de 2013 en Egipto a favor del expresidente Morsi. El-Trabily también era profesor universitario.

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