Hoy en Supercurioso queremos hablarte de las decepciones. ¿Cuántas has sufrido a lo largo de tu vida? A menudo, suele decirse aquello de que la decepción no mata, «enseña», sin embargo, estos latigazos de la vida también consiguen otra cosa: apagar un poco nuestro corazón, quitarnos algo de inocencia, de espontaneidad, de confianza en quienes nos rodean.
No obstante, empezaremos dejando claro algo importante: cada persona asume y afronta las «piedras» de su camino vital a su modo. Habrá quien asuma las decepciones con gran entereza para seguir viendo el mundo con la misma ilusión, sin embargo, otras personas pueden caer en estados muy negativos y desesperanzados porque determinadas decepciones, les cambió la vida en algún momento.
Te invitamos a reflexionar sobre ello y a que como siempre, nos ofrezcas tu opinión.
Las decepciones: ¿es verdad que nos abren los ojos y nos «cierran» el corazón?
Podríamos decir que las decepciones no las producen comportamientos inadecuados, sino las expectativas que nosotros mismos tenemos sobre lo que nos envuelve. Uno puede sentir una decepción cuando se da cuenta que esa entrevista de trabajo en la que tantas esperanzas había puesto, se resuelve a favor de otros candidatos.
Otro aspecto muy común sobre el tema, son las decepciones originadas a raíz de los comportamientos de los demás. Una traición, un engaño, que alguien nos falle, nos decepciona y nos duele. Por ello, es importante pensar durante un momento en las siguientes dimensiones.
Cuidado, no te atribuyas a ti mismo los comportamientos de los demás
Si nuestra pareja nos abandona, lo último que debemos hacer es focalizar esa decepción y esa culpa en nosotros mismos (no soy lo bastante bueno para él/ella, yo no soy lo bastante atractivo/a, inteligente, divertido/a…)
No debemos caer en este tipo de razonamientos, puesto que las relaciones, como los huesos, se rompen y en ocasiones no hay más motivo que el siguiente: el amor se apaga. Todo ello hará que nos quedemos con esa profunda decepción que sin duda, tardará en curarse. Algo, que solo las agujas del tiempo «remendará» pero sin necesidad de focalizar toda la culpa en nosotros mismos.
Las decepciones en nuestro cerebro
Todo lo que vivimos, tiene un impacto directo en la química de nuestro cerebro. Gracias a un interesante estudio llevado a cabo en la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) se descubrió lo que se conoce como la «ruta de la decepción cerebral».
- Esta ruta se halla en la región de la habénula lateral. Es aquí donde se produce una clara inhibición de su funcionamiento originado por un neurotransmisor muy concreto, el GABA.
- Hemos de tener en cuenta que si pasamos largos periodos con la sombra de la decepción rondando nuestro cerebro y con este neurotransmisor reduciendo la actividad de la habénula lateral, caeremos en una depresión.
Las decepciones nos deben abrir los ojos, pero nunca cerrarnos el corazón
Cuando alguien nos traiciona, nos volvemos más desconfiados e incluso susceptibles. Un aspecto a tener en cuenta es que las decepciones que vivimos en épocas muy tempranas nos marcan para siempre. Las tristezas, los abandonos y los pesares de infancia pueden ser en ocasiones auténticos traumas que cuesta mucho poder vencer, poder liberarnos de ellos.
Ahora bien, un adulto debe contar con adecuadas estrategias y con una fuerte capacidad de resiliencia para entender que la vida, es también atravesar épocas de oscuridad, y entender que las personas son «falibles». Y eso no nos hace ni mejores ni peores, simplemente, somos humanos y nos fallamos a nosotros mismos así como a los demás.
- Ante cada decepción vivida, extráele un aprendizaje. Evita ante todo «odiar» porque el odio nos vuelve cautivos de quien nos hizo daño, así que lo mejor es aceptar lo ocurrido, obtener un aprendizaje y después, dejar ir.
Cada piedra en el camino es un conocimiento que obtener, pero cuidado, no almacenes las piedras a tu espalda. Se trata de asumir y seguir avanzando con el corazón más sabio, la mente más llena y con los ojos igual de ilusionados. Se trata solo de querernos a nosotros mismos y entender que la vida merece vivirse con intensidad. A cada decepción le llegarás sin duda una nueva oportunidad para ser felices…
Y ahora dinos… ¿has sufrido muchas decepciones a lo largo de tu vida? No dudes en dejarnos tu opinión, y en recordar nuestro artículo sobre los sueños que tenemos con nuestras exparejas y lo que pueden significar.