¿Imaginas lo que sería poder vivir como un animal en medio de la naturaleza? Somos muchos los que hemos soñado con esa posibilidad, con poder ser un testigo invisible de su verdadero comportamiento. Pues bien, la tecnología y el ingenio está posibilitando que cada día estemos más cerca de conseguirlo. De hecho, la BBC colocó unas increíbles cámaras para espiar la naturaleza e inmortalizar lo recogido en una inmensa serie documental, llamada Espiando la manada, ¿quieres saber cómo son?

El documental de la BBC con el que puedes espiar la naturaleza

Si nuestra pretensión es convertirnos en una especie de voyeurs de la naturaleza, la BBC ha trabajado muy duro para que podamos llevar a la acción nuestra pulsión exploradora. Para ello, han fabricado una serie de animales idénticos a los reales, que incluyen dentro de sí unas cámaras estupendas que nos permiten ver lo que está pasando a su alrededor: los animatronics.

El resultado ha superado las expectativas. Algunas de las comunidades acogieron en su manada a estos animatronics. Esto ha permitido que la serie alcance una dimensión completamente diferente a lo que hemos visto en otros documentales que intentan espiar la naturaleza. Aquí, no solo vemos los comportamientos desde lejos, sino que miramos a los ojos a las criaturas, para descubrir todo un universo emocional completamente distinto.

Un ejemplo de su novedad es el caso de la conciencia de la muerte. Solemos pensar que los animales son eternamente felices porque viven aquí y ahora. No saben que van a morir, así que no tienen esa angustia vital que aqueja a los seres humanos. Sin embargo, vemos cómo una jirafa se muestra completamente segura de que va a morir, así como sus acciones y las actitudes que le siguen a esa certeza.

Las caras de la naturaleza

Teniendo en cuenta la riqueza del material obtenido, han querido dividir la serie en torno a las distintas facetas de la existencia: amor, inteligencia, amistad y travesuras o juegos. A lo largo de los episodios, los animatronics nos ayudan a espiar la naturaleza de un modo tan preciso que podemos contemplar cómo se besan, cómo se cuidan, incluso cómo una manada adopta a un ejemplar de fuera de la misma.

Eso nos deja al descubierto nuestra filiación con estas criaturas. Pero se trata de una relación distinta a la que estábamos acostumbrados. Lo tradicional ha sido pensar que instintos como el egoísmo o la violencia procedían de dicho origen, mientras que la compasión y la generosidad eran algo propiamente humano.

Nada más lejos de la realidad. El monumental Espiando la manada pone de manifiesto que lo hermoso de la humanidad también está en el mundo animal. No somos tan diferentes como nos gusta imaginarnos, incluso, hay ocasiones en las que muestran bondad en situaciones en las que nosotros fallamos con frecuencia.

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