Las leyendas e historias de la cultura antigua son fundamentales para conocer de dónde venimos como cultura y sobre todo para saber adónde vamos. La figura de los Tres Monos Sabios es normalmente asociada a la idea de que, a veces, es mejor no ver, no oír o no hablar. Sin embargo, en la mitología china el significado de esta figura es muy distinta a lo que se ha interpretado en el mundo occidental. Hoy en Supercurioso queremos ahondar en el verdadero significado de la leyenda de los tres monos sabios. ¿Nos acompañas?
La leyenda de los tres monos sabios
La leyenda de los tres monos sabios tiene su origen en la mitología china: uno que no ve, otro que no escucha y otro que no habla. Así como la leyenda de los nueve dragones chinos, los tres monos sabios tienen su propio significado y sus propias enseñanzas. Vamos a entrar en contexto.
1. Los tres monos sabios
Cada uno de los tres monos sabios tiene su propia identidad: Kikazaru (el mono que no oye), Iwazaru (el mono que no habla) y Mizaru (el mono que no ve). Todos ellos fueron enviados por los dioses como observadores y mensajeros entre el mundo de los dioses y el mundo humano. El objetivo era tomar testimonio de los actos y malas acciones de la humanidad para, posteriormente, contárselo a los dioses de la mitología china. No obstante, cada uno de estos mensajeros sufría una carencia. Y es que fueron creador mediante un conjuro mágico que les otorgaba dos virtudes y un defecto.
Kikazaru, el mono sordo, era el encargado de observar a los humanos. Transmitía sus observaciones a Mizaru, el mono ciego, quien a su vez se lo transmitía a Iwazaru, el mono mudo. Aunque Iwazaru no podía hablar, este podía comunicarse con los dioses y, por lo tanto, era él el encargado de que se cumplieran las penas que los dioses enviaban a los humanos por sus malos actos.
2. Las enseñanzas de la leyenda
A lo largo del tiempo han surgido diversas enseñanzas o conclusiones que se han obtenido a partir de la leyenda de los tres monos sabios. Una de las más populares es que el hombre no debe escuchar aquello que le lleve a cometer malas acciones, ni ver las malas acciones como algo natural, ni hablar sin fundamento. En definitiva, conservar nuestro espíritu limpio de perversiones. Pero, como te hemos comentado, aunque es la interpretación más extendida en Occidente, la leyenda de los tres monos sabios va más allá en su significado original. De hecho, son muchos quienes sostienen que su enseñanza se acerca a los principios mencionados en el código filosófico y moral chino Santai.
El código Santai no perseguía la limpieza del espíritu, sino la rendición de las personas, algo muy parecido a lo que proponía la antigua filosofía griega del estoicismo. Sin embargo, tampoco se trata de una corriente idéntica a la propuesta por los griegos. Y es que el Santai es un código de conducta que recomendaba la prudencia de no ver ni oír la injusticia, ni expresar la propia insatisfacción, sentido que perdura en la actualidad. Desde esta perspectiva, esta leyenda tendría más que ver con apaciguar al pueblo y llamar a la calma, cuestión con la cual, claro está, muchos están en contra.
Por otro lado, hay quienes proponen que los tres monos sabios pudieran ser una representación de las tres caras de la antigua deidad japonesa Vajra. Después de todo, aunque el origen de esta leyenda sea chino, la verdad es que esta se popularizó en Japón, donde cobró un nuevo significado (aquí puedes descubrir algunas leyendas japonesas). Sin embargo, los expertos suelen rechazar esta idea por el mismo hecho de que esta leyenda no se pudo haber originado en China pensando en dioses japoneses.
3. Un símil con los filtros socráticos
Si bien no hay una interpretación definitiva de la leyenda de los tres monos sabios, a lo largo del tiempo muchos han aprovechado esta leyenda para hacer símiles o analogías con otras enseñanzas de la cultura occidental. En este sentido, una de las coincidencias más sólidas la encontramos dentro de los principios de los filtros socráticos, los cuales son una serie de pautas que Sócrates propuso, según relatan las frases de Platón, para el buen convivir en comunidad o, cuando menos, para ser prudentes al momento de hablar. Según Platón, un día un alumno de Sócrates se acercó a su maestro para explicarle algún rumor que había escuchado, y que lo tenía bastante impactado. Ante la insistencia de su alumno, Sócrates le preguntó tres cosas que, con el tiempo, se convirtieron en los filtros socráticos:
- La primera pregunta que le hizo Sócrates a su alumno es si esto que él iba a contarle era una verdad: «Esto que vas a contarme, ¿ha sido contrastado de alguna manera? ¿Sabes si es verdad?». A este se le conoce como el filtro de la verdad.
- La segunda cuestión que planteó Sócrates fue si aquello que le iba a comentar su alumno era bueno de alguna manera: «¿Esto que vas a contarme es, por lo menos, bueno?». A este se le conoce como el filtro de la bondad.
- Por último, Sócrates le preguntó a su alumno si eso que iba a contarle era útil o necesario en algún sentido: «Esto que vas a contarme, ¿es de alguna manera útil o necesario?». A este se le conoce como el filtro de la utilidad.
Estos tres filtros los planteó Sócrates para asegurarse de que aquello que su alumno le iba a decir fuera realmente importante, y, según el filósofo, son filtros que deberíamos todos tener en cuenta antes de expresarnos. Como puedes ver, existe un claro símil entre lo que planteaba el filósofo griego y uno de los significados más populares que se le atribuyen a la leyenda de los tres monos sabios.
¿Qué te ha parecido nuestro artículo sobre la leyenda de los tres monos sabios? ¿Conocías el origen de esta leyenda? Y tú, ¿cuál crees que sea la interpretación más acertada? Déjanos tu opinión en los comentarios, ¡estaremos deseando leerte!