Además de comenzar el día limpios, una ducha de 10 minutos, fría y rápida, ejerce sobre el organismo múltiples provechos, que muchas veces ni nos imaginamos.
Los interesantes beneficios de una ducha de 10 minutos por la mañana
Ya te hemos hablado del dilema de tomar duchas en el día o en la noche, frías o calientes, pero lo que es indiscutible son los beneficios de una ducha de 10 minutos de agua fría, preferiblemente lo más fría que puedas aguantar.
¿Por qué? El agua fría estimula la circulación sanguínea, lo cual hace que más sangre llegue a órganos y tejidos internos, mejorando su funcionamiento. Una ducha de 10 minutos con agua fría, por la mañana, será como una especie de choque, nada mejor para despertarse y borrar cualquier rastro de pereza o sueño. Por algo es el dicho “echar un balde de agua fría”, para señalar un despertar drástico de cualquier ilusión.
De hecho, bañarse con agua fría rejuvenece el cuerpo, dándole a la piel y a los tejidos más tonificación. Al mismo tiempo, uno se siente como recargado de energía, y es lógico, debido a la notable estimulación que ejerce la temperatura sobre el cuerpo. En consecuencia, tendrás un aumento de productividad, sea cual sea el campo en el que trabajes.
Desde el punto de vista de la salud, nuestro organismo reacciona favorablemente al agua fría estimulando el metabolismo, lo que es lo mismo que estimular el sistema inmune. Es decir, serás más sano si tomas una fría ducha de 10 minutos. Por otro lado, si estás interesado en aumentar tu fertilidad, nada mejor que el agua fría; es sabido que bañarse con agua muy caliente afecta la cantidad de esperma que el hombre produce, y también su calidad, por ello debes evitar tomar baños con agua excesivamente caliente.
Si eres mujer y estás embarazada, o estás dando pecho a tu bebé, bañarte con agua fría aumenta la producción de leche, ya que estás estimulando el sistema circulatorio. De hecho, los naturistas y los que practican yoga recomiendan ampliamente esta costumbre a las que están esperando un bebé.
Y si quieres una explicación más científica, pues la tenemos: la ducha de 10 minutos de agua fría estimula el cerebro y la liberación de noradrenalina –que funciona como un neurotransmisor–, y así podrías mitigar químicamente la depresión. Al liberarse estos componentes químicos en el cerebro, disminuyen tus niveles de estrés y ansiedad. Todo lo contrario del agua caliente, pese a la propaganda a su favor.
Además de desintoxicar el cuerpo porque hace que las toxinas se eliminen fuera de la piel, induce al sistema linfático a mejorar su funcionamiento: al contraerse todo el cuerpo por la baja temperatura, también provoca que el líquido linfático se expanda por todas partes y no se acumule en las extremidades.
¿Conocías todas estas ventajas de bañarse con agua fría en las mañanas? Increíble que algo tan sencillo genere tantas cosas buenas en el cuerpo, así que nuestro consejo no podría ser otro: toma una ducha de 10 minutos por las mañanas, rápida y fría. Si conviertes eso en un hábito, podrás palpar los cambios en tu propio cuerpo.
En cambio, mira lo que sucede si bebes agua en exceso.