Seguro que tú también recuerdas con fascinación, el cuento de Edgar Allan Poe titulado «Descenso al Maelström». Dicen de este fenómeno que es un torbellino de magnitud impresionante, que arrastra y atrapa, y que el sonido que levanta, ya desde la lejanía, eriza la piel de cualquier marino experimentado.
Porque así es. El Maelström existe, es real. «Un agujero negro» del océano para muchos y un fenómeno digno de aparecer en cualquier relato marino, tal y como pensaron autores como el propio Poe, Julio Verne o Herman Melville.
Si eres un/a apasionado/a de estos hechos donde la naturaleza, dibuja con sus dedos artesanos acontecimientos entre la fantasía y la más pura realidad, descubre todos los datos del Maelström junto a nosotros. ¿Nos acompañas? El viaje, te lo aseguramos, es aterrador…
El Maelström, el torbellino del diablo
El Maëlstrom (corriente trituradora), es el nombre que recibe un remolino que suele formarse en los gélidos e inhóspitos mares árticos. Se dice que son muchas las embarcaciones perdidas en ese punto del mar, engullidas en su torrente feroz hasta las profundidades insondables de esas frías aguas, que sólo los valientes osaban cruzar.
Dice la leyenda que comunica directamente con el infierno. El mito creado por este fenómeno natural fue expandiéndose con fuerza a lo largo de toda Europa, de tal modo, que sólo con pronunciar la palabra Maëlstrom son muchos los que a día de hoy seguimos sintiendo un pequeño escalofrío. Si alguna vez deseas verlo en persona, no tienes más que acercarte al norte de Noruega, en Saltstraumen, cerca de Bodø. Es una zona de gran belleza donde poder contemplar los fiordos y donde el océano queda salpicado a su vez por numerosas islas, por estrechos corredores donde la acción glaciar ha ido modelando un complejo laberinto lleno de peligros para cualquier embarcación.
En esta parte suelen unirse numerosas corrientes marinas, las cuales, influenciadas además por la subida y la bajada de las mares, originan fuertes turbulencias. Las muertes y las desapariciones de grandes y pequeñas embarcaciones son habituales a lo largo de la historia. En pocos momentos, puede formarse un violento remolino donde los vórtices empiezan a dar vueltas y más vueltas, levantando un singular rugido bastante espectacular. Los pescadores rara vez pueden defenderse. De ahí, que el nombre de «Maëlstrom» genere tanta expectación.
Como has podido deducir ya, el Maëlstrom no se forma en una única zona en concreto. Ese complejo paso entre los fiordos y la conjunción de las fuertes corrientes, es lo que origina el fenómeno de los remolinos a lo largo de este escenario impresionante. Pero aún así, se dice que el más peligroso de todos suele formarse en el paso entre el Saltenfjord y el Skjerstadfjord. Son unos 3 kilómetros de largo con poco más de 150 metros de ancho, donde la marea suele elevarse hasta los cuatro metros de altura. Impresionante. Aquí se unen dos zonas marinas originando increíbles corrientes capaces de desplazar más de 400 millones de metros cúbicos de agua, cada seis horas a una velocidad de 40 kms/h (20 nudos).
Los torbellinos puede llegar hasta los 10 metros de diámetro y unos 5 de profundidad. Así que, si te quedas atrapado en esta parte, es muy probable que acabes «engullido», obteniendo, tal y como dice la leyenda, un billete directo hasta el infierno. ¿Cómo no temer entonces la oscura leyenda del Maëlstrom?
Pero tranquilo. Hoy en día el Maëlstrom ya no se lleva vida alguna. Todo lo contrario. En nuestra actualidad, el Maëlstrom, es una atracción turística. Se conocen los horarios de las mareas y se sabe a la perfección en qué momento van a orginarse los remolinos. Y son muchos, muchísimos los turistas que se desplazan a esta zona inhóspita de Noruega, para ver en persona el famoso fenómeno. El mismo que tan magistralmente nos describió Edgar Allan Poe.
¿Irías tú también a verlo en persona? Mientras lo decides, te dejamos con otro impresionante fenómeno marino: El pozo de Thor, la puerta al fondo del mar.