Si visitáis París y os acercáis al cementerio de Montmatre, encontraréis la tumba de una de las cortesanas más famosas de la historia de Francia: Marie Duplessis, conocida como la «Dama de las Camelias», que inspiró a Alejandro Dumas hijo a escribir la novela homónima. Acompáñanos a conocer la interesante vida de esta curiosa mujer.
Marie Duplessis, la Dama de Las Camelias
Marie Duplessis, cuyo verdadero nombre era Rose-Alphonsine Plessis, nació en 1824 en Nonat-les-Pins en Normandía. Era hija de un buhonero y de una mujer que descendía de la nobleza, empobrecida por la Revolución Francesa. Ella y su hermana vivieron en su aldea natal, durante su infancia, en condiciones de extrema pobreza y sometidas a la violencia de su padre alcohólico. La madre finalmente se fue a servir como ama de llaves a Suiza y murió antes de un año. Las niñas fueron a vivir con una tía materna, pero esta devolvió a Alphonsine a su padre. La futura Dama de las Camelias, contaba en ese momento 12 años y fue introducida en el mundo de la prostitución por su padre que la entregaba a otros hombres a cambio de unas monedas.
En 1839, junto a una compañía de gitanos circenses a la que la había vendido su padre, Alphonsine llegó a París. Después de varios trabajos mal pagados, en un baile la joven conoció a su primer protector, que la instaló en un pequeño piso. Al poco tiempo conoció a Antoine Alfred Agénor de Guiche, que sería Duque de Gramont y Ministro de Napoleón tercero, y que se convirtió en su primera gran conquista.
Siendo su amante oficial, cambió su nombre por el de Marie y añadió el sufijo «Du» a su apellido para que sonara más aristocrático. Su protector se encargó de que recibiera una esmerada educación y Marie fue una brillante alumna. La familia de De Guiche lo obligó a abandonarla, pero su «carrera» estaba lanzada y sus amantes se fueron sucediendo uno tras otro, rodeándola de lujos, caprichos y riquezas.
En 1841 conoció a François-Charles-Edouard Perregaux, conde de Perregaux, con el que vivió un intenso amor durante unos meses, pero debido a que la tuberculosis empezaba a hacer mella en su salud, Marie se fue a Suiza a iniciar una cura. Cuando regresó a París, Perregaux había partido a Londres, incapaz de seguir el ritmo de gasto que le imponía su amante. Sin embargo, cuando Marie se encontraba muy enferma, fue el conde de Perregaux el que la cuidó y se casó con ella.
En 1844, mientras realizaba otra estancia en un balneario para tratar su maltrecha salud, conoció a Gustav Ernst von Stackelberg, un hombre entrado en la setentena al que Marie recordaba a su difunta hija muerta de tuberculosis. Von Stackelberg la cubrió de regalos y la instaló en un lujoso piso parisino en el que Marie organizaba tertulias a las que acudían los más importantes intelectuales de la época. Era conocida como la «Divina Marie» y como cortesana ganaba más de 200.000 francos en oro anuales. Era corriente verla pasear por el Bois de Boulogne o en el palco de cualquier teatro parisino llevando entre sus manos un ramo de camelias blancas.
Margarita Gautier fue el nombre que Alejandro Dumas hijo le dio en su novela. La relación entre ambos fue breve pero intensa y se rompió en agosto de 1845. Los historiadores creen que el verdadero motivo de la ruptura no fue tan romántico como pretendía el escritor, sino que fue el miedo de Dumas a contagiarse de la tuberculosis que minaba cada día más la salud de la joven.
Antes de enfermar de gravedad fue amante de Litsz. En 1846 se casó en Londres con el Conde de Perregaux. Cuando murió, a los 23 años, estaban a la cabecera de su cama, su esposo el conde y su protector Gustav Ernst von Stackelberg.
Además de inspirar a Alejandro Dumas hijo para «La Dama de las Camelias», la protagonista de «La Traviata» de Verdi, Violetta Valery, se basa en ella.
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