La famosa científica polaca, Marie Curie, hizo grandes aportes al avance de la medicina y la aplicación de sus estudios en el ámbito militar ayudaron enormemente durante la Primera Guerra Mundial.

Curie estaba ya establecida como una científica de renombre y ya había sido galardonada con un Premio Nobel de la Física, cuando en 1911 salió a la luz una noticia casi tan radioactiva como su trabajo, en el contexto de la sociedad de esta época. Entérate de qué hizo esta ilustre mujer para provocar la indignación del Comité de los Premios Nobel.

El revuelo que causó Marie Curie por una relación amorosa

Nacida en Polonia, pero naturalizada como ciudadana de Francia, Marie Curie fue la primera mujer en ocupar un puesto como profesora en la Universidad de París y la primera persona en recibir un premio Nobel en dos ramas científicas diferentes, Física y Química, pero antes de recibir su segundo galardón ocurrió un incidente que provocó la indignación del Comité encargado de otorgarlo.

En 1911, el Comité invitó a Marie Curie a Estocolmo para asistir a la ceremonia de premiación presidida por el Rey de Suecia, como se acostumbra. Sin embargo, para entonces salió a la luz información sobre una relación que mantenía la científica con un colega.

Para ese entonces, ella ya había enviudado. En 1906, cinco años antes, el físico Pierre Curie, esposo de Marie con quien compartió su primer premio Nobel había sido atropellado por un carruaje en las calles de París.

Su nombre era Paul Lengevin, un elegante, alto y apuesto científico que era algunos años más joven que Curie. Realizó una aclamada tesis sobre gases ionizados e incluso, para ella, escaló la torre Eiffel para buscar el aire más puro de la ciudad y así estudiar las corrientes eléctricas en la atmósfera.

Aunque todo esto suena muy bien, el problema es que Lengevin era un hombre casado. No era feliz en su matrimonio y su esposa estaba al tanto del affaire que mantenía con Curie.

Según la escritora Lauren Redniss, autora del libro «Radioactivo» que explora este episodio de la vida de la científica, a Madame Lengevin le molestaba esta relación y la animosidad entre las mujeres hasta se tornó violenta.

A pesar de esto, Lengevin y Curie continuaron su relación amorosa e incluso alquilaron un apartamento juntos para sus encuentros. Allí fue donde Madame Lengevin encontró las cartas que intercambiaba su esposo con la ganadora del Nobel y valiéndose de las misivas, los amenazó con exponerlos.

Exactamente eso fue lo que hizo a tan solo tres días de la entrega de los premios y la prensa internacional cubrió el escándalo pintando a Curie como la villana de la historia.

Ante el escándalo muchos miembros del Comité rogaron a Curie que no acudiera a Estocolmo y rechazara el premio.

«El premio me lo dieron por el descubrimiento del radio y el polonio. Creo que no hay ninguna conexión entre mi trabajo científico y los hechos de mi vida privada», respondió Curie.

Albert Einstein le ofreció su apoyo y la instó a que viajara a Suecia. «¡Ve a Estocolmo! Estoy convencido de que debes despreciar este alboroto. Si la chusma sigue molestándote, deja de leer esas estupideces. Déjaselas a las víboras para las que fueron escritas», le dijo.

Y eso, fue precisamente lo que Marie Curie hizo. Asistió a la ceremonia, que se desarrolló sin ningún incidente y hasta se sentó junto al rey de Suecia durante la cena.

¿Qué te parece? ¿Conocías este episodio de la vida de la científica?

Si quieres saber más de ella, no te pierdas: La Universidad secreta en la que estudió Marie Curie ilegalmente.

Imágenes: Wikimedia Commons