La historia de la humanidad está repleta de hechos nefastos que nos hacen dudar a veces de que algunos seres humanos realmente lo sean. No hay más que recordar hechos recientes como los PEORES experimentos de la Unidad 731 del ejército japonés o al médico nazi Josef Mengele: el ángel de la muerte. En la Francia revolucionaria hubo un período conocido como «el Terror» o «el reinado del Terror» y en él tuvieron lugar los atroces «matrimonios republicanos». Acompáñanos a conocer qué era esa sangrienta ceremonia.
Los «matrimonios republicanos» durante la Revolución Francesa
El período del Terror tras la Revolución Francesa tuvo su punto álgido entre septiembre de 1793 y la primavera de 1794 y se considera que finalizó con la muerte de Robespierre. El 5 de septiembre de 1793, la Convención voto a favor de reprimir a los contrarrevolucionarios con el Terror. La ejecuciones con la guillotina fueron las más comunes, pero en algunos lugares los revolucionarios idearon otros métodos para acabar con los que identificaban como enemigos.
En Nantes el procedimiento consistió en ahogar a los condenados en el río Loira. Durante este período, a las órdenes de Jean Baptiste Carrier, miles de personas sospechosas a los ojos de los revolucionarios, fueron asesinadas en lo que jocosamente llamaban «el baño nacional». No se hizo distinción y perecieron en el agua hombres, mujeres, ancianos y también niños. Los subían a un bote o barcaza que hundían al llegar al centro del río Loira. Nantes estaba sitiada, no tenían prácticamente suministros, había una epidemia y tenían más de 10.000 prisioneros, por lo que Carrier priorizó la alimentación del ejército y decidió vaciar las cárceles metiendo a los presos en barcos. Tras una reunión decidieron acabar con los cautivos de una manera que le pareció fácil y barata y en vez de deportarlos a un isla lejana utilizaron el ahogamiento, al que llamaron «deportación vertical».
En un primer momento las ejecuciones se llevaban a cabo por la noche para que no hubiera testigos, pero durante días los cuerpos de los ahogados aparecían flotando por el río. Más adelante, se hicieron públicas y antes de ahogar a los condenados se les despojaba de su ropa y joyas que eran repartidas entre los revolucionarios.
La última y macabra idea del conocido como «el demonio Carrier» fue ejecutar a los contrarrevolucionarios por parejas. Se escogía un hombre y una mujer de aproximadamente la misma edad y se los desnudaba; se les obligaba a subirse a una barca y se les mantenía así durante un rato ante el público, ahogándolos posteriormente en el río por parejas, en un «ritual» al que llamaron «matrimonios republicanos«. Algunos testigos afirmaron que previo al ahogamiento eran atravesados con una espada, por lo que quedaban unidos, sin posibilidad de separarse, hasta la muerte, y que eran especialmente celebrados los «matrimonios republicanos» entre un sacerdote y una monja, aunque este último hecho nunca se pudo comprobar fehacientemente.
Carrier y sus secuaces fueron posteriormente capturados, juzgados, sentenciados y ejecutados por los ahogamientos.
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