Los medicamentos que se utilizaban en la época medieval solían ser caseros y bastante simples. Si alguien requería un remedio más sofisticado acudía al boticario que se lo preparaba. Algunos de estos medicamentos contenían elementos completamente absurdos, pero otros contenían principios activos muy similares a los actuales. Acompáñanos a conocer 4 Medicinas Medievales que SÍ funcionaban y averigua por qué.
4 Medicinas Medievales acertadas. Una sorpresa en la historia de la medicina
1. La «Poción de San Pablo para la epilepsia, catalepsia y problemas estomacales»
Esta poción supuestamente fue inventada por San Pablo. Contiene un montón de ingredientes entre los más importantes encontramos regaliz, salvia, 3 tipos de pimienta, hinojo, canela, clavo, jengibre, sangre de dragón y sangre de cormorán.
La formula contiene muchos elementos que sí tienen algún valor medicinal, aunque no curen la epilepsia o la catalepsia. La regaliz alivia las afecciones del pecho y aún se utiliza para tos y bronquitis, el sauce contiene el principal componente de la aspirina, el ácido salicílico, la salvia mejora el flujo sanguíneo y otros componentes como el hinojo, el jengibre y la canela ayudan con los problemas estomacales. Por último, la sangre contiene hierro y la «sangre de dragón» es la fantástica resina SANGRE DE DRAGO que procede del árbol Dracaenaa draco y tiene propiedades antibióticas, antisépticas y antivirales.
2. Solución para quemaduras
La receta si te escaldabas o quemabas era:
«Toma un caracol vivo y frota su limo contra la quemadura y sanará»
Seguro que habéis pensado que en la actualidad muchas cremas reparadoras de la piel contiene «baba de caracol». Así pues, los antiguos acertaron con este remedio; el limo del caracol además de colágeno y elastina, contiene anestésicos, antisépticos, anti-inflamatorios, antivirales y antibióticos.
3. Remedio para los orzuelos
La receta para curar un orzuelo es bastante complicada; podéis encontrarla en inglés en este enlace. Entre otros ingredientes mezcla cebolla, ajo, hiel de toro y vino. Estos 4 elementos tienen propiedades antibióticas, por lo que es posible que ayudaran en un orzuelo que es una infección en la base de las pestañas.
Además la receta aconseja dejar reposar la mezcla en un recipiente de latón 9 días. El ácido acético del vino reaccionaría con el latón y daría lugar a sales de cobre que son bactericidas.
4. Remedio para la migraña
El último remedio es para las migrañas y consistía en mezclar cebada, betónica (stachys officinalis), verbena y otras hierbas y hervirlos. Una vez hecho esto se bebía la infusión resultante y se envolvían en un paño las hierbas y se ponían sobre la cabeza del enfermo.
La betónica es una planta utilizada para diversas dolencias y actualmente se utilizan los fármacos alcaloides que contiene para combatir dolores de cabeza graves y migrañas, lo mismo que el glucósido de verbena. Además, el paño con las hierbas actuaría como una cataplasma.
Como podéis ver en estas 4 medicinas medievales, los boticarios de la época, en bastantes casos, no estaban tan equivocados en sus remedios como suponemos y muchos de los principios activos que contenían son básicamente los mismos que en algunas medicinas modernas.
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