La Torre de Londres fue un lugar de encarcelamiento, tortura y ejecuciones durante siglos. Aunque, como veremos a continuación, su fama es peor que la realidad. Durante los siglos XVI y XVII fue cuando realmente se utilizó la tortura como método para arrancar confesiones. Especialmente durante el reinado de Isabel I, muchos curas católicos acabaron en manos de los verdugos que trabajaban en la Torre. A pesar de que la tortura no fue aplicada habitualmente en la Torre, es curioso conocer los 3 métodos de tortura utilizados en la Torre de Londres.
Los 3 métodos de tortura utilizados en la Torre de Londres
La ley inglesa nunca ha permitido oficialmente la tortura y cuando se llevó a cabo fue bajo las órdenes directas del rey o de su consejo particular. Se hizo en casos de alta traición o grave peligro del estado y, según los historiadores británicos, nunca fue un castigo, sino un método para conseguir información. Los métodos utilizados fueron: «the rack» (el potro), «the Scavenger’s Daughter» (la cigüeña) y «the manacles» (las esposas).
El jesuita John Gerard, que fue apresado, junto a Nicolas Owen -también jesuita y arquitecto creador de los «agujeros de cura»-, y torturado con «las esposas», explicó su experiencia en su autobiografía:
«Fuimos a la sala de torturas en una especie de procesión solemne…pusieron en mis muñecas guanteletes de hierro … me dejaron colgado de las manos con los brazos atados por encima de mi cabeza.»
Ni Owen ni Gerard delataron nunca a pesar de las torturas a sus compañeros de fe.
1. The rack (El potro)
El torturado era atado de pies y manos a una superficie que iba conectada a un torno. Al hacerlo girar se estiraban brazos y piernas en direcciones contrarias lo que producía dislocación, desgarros y a veces incluso el desmembramiento.
2. The Scavenger’s Daughter (la cigüeña)
Fue diseñado por Sir Leonard Skeffington, teniente de la Torre durante el reinado de Enrique VIII. Si el potro estiraba, la cigüeña comprimía. Sujetan al reo por el cuello manos y tobillos situándolo en una posición tan encogida e incómoda que al poco tiempo la persona empieza a sufrir dolorosísimos calambres rectales, abdominales, pectorales y cervicales, además de en las extremidades.
Estando en este trance el torturador podía optar por quemar o golpear al desgraciado.
3. The manacles (las esposas)
Era considerado un instrumento de tortura menor. Los torturados eran suspendidos por las muñecas sin poder apoyarse en el suelo durante largo tiempo. Producía un gran dolor y la imposibilidad de utilizar las manos hasta que sanaban.
Los encargados de llevar a cabo las torturas eran los Guardianes de la Torre (Beefeaters) comandados por el teniente de la Torre. Entre los interrogadores que formaban la comisión, debía estar presente un oficial de justicia, como el Fiscal Real. Acabado el siglo XVII, no consta que en la Torre se volviese a torturar a nadie más.
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