Quizá seáis de los que cuando conducís un vehículo por la noche quedáis asombrados de la velocidad y pericia de algunos conductores ya que, cuando la reina la oscuridad, vuestra agudeza visual cambia radicalmente y no es comparable a la que tenéis durante las horas de luz. En Supercurioso hemos investigado y creemos haber hallado la respuesta a por qué algunas personas tienen ese problema: ¿Sufres miopía nocturna? La ciencia lo explica.
La miopía nocturna
La pérdida de agudeza visual durante las horas sin luz es un fenómeno conocido como «miopía nocturna» y afecta tanto a personas miopes como a las que no lo son.
La miopía nocturna siempre es el resultado de mirar objetos distantes cuando la iluminación es escasa. Cuando vemos un objeto que está en la lejanía con la suficiente luz, la acomodación del ojo o enfoque no actúa ya que como el objeto se ve claramente la imagen que se forma en la retina es clara. Ahora bien, si la iluminación es baja y los detalles no se ven claramente, se activa automáticamente la función llamada «acomodación o enfoque del ojo» para intentar ver esos detalles. Dado que en realidad esa acomodación no es necesaria, el enfoque apunta a una distancia en la que no está el objeto y esto se traduce en una pseudo miopía, llamada «miopía nocturna».
La miopía nocturna es un fenómeno que se conoce desde el siglo XVIII, pero no recibió este nombre hasta el año 1942. Durante la Segunda Guerra Mundial, el fenómeno era conocido en las esferas militares y se tenía en cuenta en los dos bandos cuando se entrenaba a los vigías, recluyéndolos en habitaciones oscuras para entrenar y perfeccionar la acomodación pupilar.
En un principio se creía que la miopía nocturna equivalía a 1’5 dioptrías, pero recientes estudios sobre el tema, realizados con los modernos aparatos de medición que se tiene en la actualidad, han arrojado que realmente equivale a 0’5 dioptrías de media. Se ha concluido también que todos los seres humanos padecen este tipo de miopía cuando se dan las condiciones de oscuridad necesarias debido a la sobreacomodación del cristalino, pero que el impacto real sobre la visión es menor del que se pensaba. También, con el resultado de esta investigación llevada a cabo en la Universidad de Murcia, se ha echado por tierra la creencia muy arraigada durante la década de los 70 y 80 de que muchos de los accidentes de tráfico que tenían lugar por la noche eran debidos a la miopía nocturna, de manera que incluso se recomendaba el uso de gafas para conducir en las horas sin luz.
Además de la miopía nocturna, existen otros factores que hacen que nuestra visión no sea durante las horas de oscuridad tan excelente como en las diurnas y dificulte, por ejemplo, la conducción de vehículos y que mucha gente apunte que «le cansa conducir por la noche». Uno de ellos es la dilatación de la pupila, que por un lado permite que entre más luz en el ojo, pero disminuye el foco o profundidad de campo y puede aumentar las aberraciones esféricas, resultando una imagen imperfecta.
Ahora ya sabemos el motivo por el que algunas personas notan una pérdida de agudeza visual cuando conducen por la noche. Si te interesan los temas relacionados con nuestros ojos, quizá quieras leer el post:
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