En la mitología griega existen divinidades que aunque no pertenecían al grupo de los grandes dioses olímpicos estaban muy presentes en la vida de los ciudadanos y estos les dedicaban fiestas, ofrendas y templos debido a su implicación en la cotidianidad humana. Los romanos actuaron de igual forma y tuvieron dioses protectores de actividades tan absurdas como el funcionamiento de la cloaca máxima. En esta ocasión queremos acercarnos a uno de los dioses más venerados por los antiguos griegos y conocer el mito de Himeneo, el dios del que proceden las palabras himno e himen.
En todas las culturas existen dioses y especialmente diosas de la fertilidad, el parto, la sexualidad, etc. y en algunas de ellas encontramos divinidades que son específicamente protectores del matrimonio, como la iroquesa Atahensic o la báltica Laima. En Grecia, esta era la función de Himeneo y su mito es especialmente bello.
El mito de Himeneo
Según algunos autores Himeneo, también conocido como Himen, era hijo de Dionisos y Afrodita o de Apolo y alguna de las musas. Era el dios de las ceremonias nupciales e inspiraba las fiestas y las canciones matrimoniales. Para que una pareja fuera feliz era necesario que estuviera presente en sus nupcias, por eso, en todos los mitos de los dioses olímpicos en los que hay una boda, Himeneo es uno de los invitados. En las bodas de los antiguos griegos, era común gritar el nombre de Himeneo para que acudiera y bendijera la boda con su presencia, ya que de no hacerlo, el matrimonio resultaría un desastre.
El mito más extendido no lo hace un dios, sino un ateniense de baja alcurnia pero de extraordinaria belleza. El joven se había enamorado de la hija de uno de los hombres más ricos de Atenas y por la diferencia de clase social no podía ni siquiera acercarse a ella para hablarle ni mucho menos cortejarla. Himeneo se limitaba a seguirla desde lejos allá donde fuera. Un día la noble y sus doncellas se unieron a una procesión que se dirigía a Eleusis a ofrecer un sacrificio a Deméter. Himeneo se disfrazó de mujer y se unió a ellas. En el camino fueron raptadas por unos piratas, incluyendo a Himeneo al que por su belleza confundieron con una mujer. Por la noche, los piratas llegaron a un lugar desierto de la costa y cansados se quedaron dormidos lo que aprovechó Himeneo para, junto con las chicas, matarlos a todos. Urdió un plan con su enamorada para conseguir lo que más deseaba, poder casarse con ella. Dejó a las mujeres en un lugar seguro y regresó a Atenas donde ofreció la restitución de las féminas a cambio de que le fuera concedida la mano de su amada. Su petición fue aceptada y ellas regresaron. En memoria de este hecho y del feliz matrimonio que fue su consecuencia, se invocaba a Himeneo en los casamientos como señal de buen augurio.
Los atributos de Himeneo son:
- La flauta
- La corona de rosas
- La antorcha nupcial
- Los emblemas nupciales
Las palabras himen e himno proceden del nombre de este dios protector del matrimonio. Himno era el canto de las bodas y el himen la membrana que rompía el esposo la noche del desposorio.
¿Conocías el mito de Himeneo? ¿Sabes de otras divinidades protectoras del matrimonio? ¡Compártelo con nosotros! Si quieres conocer a otros curiosos dioses griegos, te invitamos a leer el post: 30 Dioses Griegos y sus curiosidades | Los 12 dioses del Olimpo y más.