En la antigua Grecia los filósofos se esforzaron por responder de manera racional a las preguntas que inquietaban al ser humano. Entre los filósofos griegos clásicos, que el gran pintor Rafael idealizó en su obra «La escuela de Atenas«, Platón y Aristóteles fueron básicos para la filosofía y la ciencia posteriores ya que crearon las primeras grandes concepciones filosóficas. Platón, discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles, escribió en forma de Diálogos y en uno de ellos, el «Fedro» nos habla del alma humana y su comportamiento. Como en el Mito de la Caverna de Platón, que utilizó para explicar el conocimiento humano y la existencia de dos mundos: el sensible, que se conoce a través de los sentidos y el mundo inteligible que es el mundo de las ideas, en el Mito del Carro Alado intentó descifrar la complejidad del alma humana. Acompáñanos en Supercurioso a conocer el Mito del Carro Alado y la visión del alma humana de Platón.

El mito del carro alado, el alma humana de Platón

El Mito del Carro Alado | El alma humana de Platón

En el año 370 a.C., Platón escribió el diálogo titulado «Fedro». El diálogo habla del amor y de éste como de una locura divina de la que participa el alma humana. En este sentido, el alma tiene un componente divino y por tanto un destino. Para explicar la complejidad del alma humana, Platón pone en boca de Sócrates una alegoría que se conoce como «El mito del carro alado».

El carro alado es la propia alma de los seres humanos, en una concepción tripartita de la misma: el auriga o cochero, que debe conducirla siguiendo la estela de los dioses hacia el conocimiento, y dos caballos, uno blanco que lo acerca al cielo y que representa lo bueno y divino y otro negro que representa las pulsiones humanas que lo conducen hacia abajo, alejándolo de la divinidad.

1. La alegoría o mito del carro alado

El Mito del Carro Alado | El alma humana de Platón

Platón considera que el alma humana es inmortal ya que «Toda alma es inmortal, porque todo lo que se mueve en movimiento continuo es inmortal.» Sentada esta premisa, indaga sobre la naturaleza del alma humana y la compara con la divina diciéndonos: «el alma se parece a las fuerzas combinadas de un tronco de caballos y un cochero; los corceles y los cocheros de las almas divinas son excelentes y de buena raza, pero, en los demás seres, su naturaleza está mezclada de bien y de mal. Por esta razón, en la especie humana, el cochero dirige dos corceles, el uno excelente y de buena raza, y el otro muy diferente del primero y de un origen también muy diferente; y un tronco semejante no puede dejar de ser penoso y difícil de guiar».

Esta difícil conducción hace que, a pesar de querer seguir a los dioses y alcanzar el mundo de las ideas, en muchas ocasiones el carro alado se descontrole debido a la fuerza con la que tira el caballo negro. Entonces, el alma humana pierde sus alas y se ve abocada a unirse a un cuerpo terrestre.

2. Significado del mito del carro alado

El Mito del Carro Alado | El alma humana de Platón

El auriga o cochero representa al intelecto o la razón y es la parte del alma que debe guiarla en pos de la verdad y la iluminación. El caballo blanco es el impulso moral y racional, representando la parte positiva de la naturaleza humana. El caballo negro son las pasiones irracionales y los apetitos concupiscentes del alma. El auriga debe conducir el carro hacia la iluminación, pero en ocasiones, el caballo negro vence y alma cae.

Cuando el alma, que para Platón en principio es «perfecta y alada» y vive libre en los cielos gobernando el universo, cae y pierde sus alas, se une a alguna cosa sólida, a un cuerpo terrestre, formando un ser vivo que es mortal. El ser humano es la materialización del alma que ha sido vencida en su lucha por conseguir el conocimiento y alcanzar el mundo de las ideas. En este caída, el alma puede tener nueve destinos diferentes según la cantidad de verdad que haya conseguido captar en su viaje a través del cielo siguiendo a los dioses antes de perder las alas. Los destinos de esas almas son convertirse en Filósofos, Reyes, Políticos o comerciantes, Maestros de Gimnasia especialistas en salud corporal, Adivinadores o Profetas, Poetas o artistas imitativos, Artesanos o campesinos, Sofistas o demagogos y por último, en Tiranos.

El Mito del Carro Alado | El alma humana de Platón

En el mito del Carro Alado, para recuperar las alas de la manera más rápida posible y alcanzar el conocimiento y la iluminación, Platón considera que el alma debe ser un filósofo durante tres vidas o períodos de 1.000 años y de esa manera se librará de los largos 10.000 años en la Tierra que es lo que tardan las alas en brotar de nuevo. «El alma no puede volver a la estancia de donde ha partido, sino después de un destierro de diez mil años: porque no recobra sus alas antes, a menos que haya cultivado la filosofía con un corazón sincero o amado a los jóvenes con un amor filosófico».

En «Fedro», además del alma humana, Platón tratará temas como el amor, la muerte, la belleza o la ética. ¿Conocías el Mito del Carro Alado? ¿Qué opinas de la concepción del alma humana de Platón? ¡Compártelo con nosotros! Estaremos encantados de leerte, y si quieres profundizar más y saber más sobre este filósofo de la Grecia clásica, te proponemos la entrada sobre Quién fue Platón y estas Frases de Platón que seguro te resultarán interesantes y motivadoras.