El imperio romano fue una de las civilizaciones más longevas y extensas de todas las que han existido, conoció muchas formas de gobierno como la monarquía, república o imperio. Debido a esto, muchos hombres alcanzaron la responsabilidad de organizar la vida en la Antigua Roma y no todos ellos estuvieron a la altura. En este artículo vamos a hablar de dos de los emperadores más polémicos que tuvo este vasto imperio, entre estas líneas conocerás a Nerón y Calígula.
Calígula fue descrito como un auténtico psicópata, mientras que Nerón no se quedó atrás ya que se le apuntó como autor de uno del incendio más famoso que asoló toda Roma. Si quieres conocer algunas de las curiosidades de estos dos temidos emperadores, este artículo está hecho para ti. ¡Descúbrelos!
Nerón y Calígula | ¿Quién fue peor?
Los actos de Nerón
Tal fue el pavor que despertaron entre sus súbditos y la locura que muchas veces les poseyó, que sería muy difícil responder a la pregunta de quién de estos emperadores fue peor entre Nerón y Calígula. Si algo tienen en común estos dos emperadores, es que sus períodos en los que estuvieron al mando fueron de auténtico horror y pocas cosas buenas se recuerdan de ellos.
Nerón persiguió de manera implacable a todos los miembros de la nobleza romana: en algunos casos incluso obligaba a muchos de ellos a suicidarse. La razón de la obsesión de este emperador de someter a los miembros más destacados del imperio era sencilla, su paranoica mente no dejaba de imaginar conspiraciones contra su persona. Al final de sus días como gobernador estas revueltas fueron reales debido a su megalomanía y comportamiento despiadado, pero Nerón siempre fue capaz de sofocarlas todas. A este tirano, poco le importaba el bienestar de su pueblo y se hizo construir un palacio de ochenta hectáreas en el que vivía aislado del mundo real. Su reinado se recordará por la toma de decisiones que únicamente él entendía, entre ellas la de ejecutar a su propia madre, castrar a uno de sus jóvenes amantes (Esporo) para que pareciera una mujer y casarse con él o, según cuentan algunos historiadores antiguos, quemar la propia ciudad porque quería construirla a su gusto.
Precisamente este acto es el que más se le recuerda aunque no todos los historiadores de la época atribuyen el gran incendio a Nerón. Este incendio destruyó por completo cuatro de los catorce distritos que tenía la ciudad en aquellos tiempos, además de dejar otros siete bastante afectados. Como hemos comentado, algunos autores aseguran que no estuvo en la ciudad en esos momentos, mientras que otros como Casio aseguran que mientras se quemaba la ciudad Nerón estaba tocando la lira y recitando un poema tan tranquilo. Acto que hablaría de su gran crueldad y falta de remordimientos. Su muerte también fue bastante oscura, ya que terminó suicidándose mientras huía de la ciudad por miedo a que sus enemigos tomaran represalias.
Los actos de Calígula
Calígula no fue mejor emperador que Nerón, sino todo lo contrario. Nacido en una familia numerosa, su nombre real fue Cayo Julio César Germánico y le apodaron Calígula, mote que se traduce como «botita». Ese apodo le sacaba de quicio, por lo que nadie se atrevía a decírselo a la cara. El pueblo romano pensaba que Calígula sería igual de buen gobernante que su padre por lo que omitieron la poca experiencia que el joven tenía al mando, error del que más tarde se arrepentirían.
El estado psicótico de este emperador se cree que se vio agravado debido a una encefalía severa que pudo sufrir y que no le permitía dormir más de tres horas al día, por lo que su estado de nervios era máximo. Nerón y Calígula también tuvieron en común las dimensiones gigantescas del palacio en el que vivían. Dos de las curiosidades o excentricidades más grandes acerca de este emperador, fueron el nombramiento de su caballo como senador o la desastrosa invasión de Bretaña que terminó con sus soldados recogiendo conchas en la playa para echar la culpa de su fracaso a Neptuno.
Murió asesinado a manos de los guardias que supuestamente tenían que defender su vida, acción que deja muy claro el estado de desesperación en el que vivía el pueblo bajo el mandato de este emperador.
Como habrás podido comprobar tras leer este artículo sobre Nerón y Calígula, te resultará muy difícil decidir cuál de los dos tenía una fama más pésima. Tanto uno como el otro, sometieron al pueblo romano a continuas humillaciones y vejaciones con su comportamiento egoísta. Ahora nos gustaría conocer tu opinión acerca de Nerón y Calígula. ¿Cuál de estos dos emperadores crees que fue peor? ¿Crees de verdad que Nerón prendiera fuego a la ciudad eterna para decorarla a su gusto? ¿Qué opinas de la decisión de Calígula de nombrar senador a su caballo preferido? No dudes en dejarnos todos tus comentarios, como ya sabes nos encanta leer todas tus opiniones. ¡Anímate a escribirnos y a compartir este artículo con tus amigos!