1. ¿Cuál es la historia de Niccolò Paganini y el diablo?
Niccolò Paganini encandilaba con su música y seducía con sus movimientos sobre los escenarios. Tal era la fascinación que llegó a suscitar entre el público europeo, que pronto se tejió sobre él la leyenda del violinista del diablo o el violinista endemoniado. Pero la historia de este hombre fue todo menos simple. Nacido en Génova en 1782, recibió desde una edad muy temprana una férrea educación musical.
Cualquier error suponía un severo castigo. De ahí que el pequeño Niccolò viera en el arco de su violín su modo de escape y también su tortura. Él, quien cinceló su carácter, su pasión y sus oscuridades. Se sabe que siendo solo un niño el sarampión casi se llevó su vida. De hecho, llegaron a amortajarlo y a preparar su funeral. Pero afortunadamente logró salir de aquella oscuridad para introducirse en otra: la de otras enfermedades que siempre lo debilitaron, que dibujaron en él una extrema delgadez, que hicieron que perdiera tempranamente sus dientes. De ahí que sus mejillas siempre lucieran tan hundidas.
Pero la historia de Niccolò Paganini y el diablo empezó a tejerse porque este joven tenía algo especial, un aura inusual que lo envolvía de un sutil atractivo. Ya con 16 años, alcanzó un éxito absoluto. Educado por los mejores maestros pronto emergió con carácter propio sobre todos ellos: se dice que era tal su velocidad, que podía llegar a tocar doce notas por segundo y que tenía una memoria tan magistral que nunca se acompañó de partitura alguna.
2. ¿Cómo se construyó la leyenda del violinista del diablo?
La leyenda del violinista del diablo se fue tejiendo con base en la misma forma de vida y actuaciones con las que Niccolò Paganini decidió vivir. Subía a los escenarios con trajes casi deshilvanados y con su larga melena ondeando ante cada uno de sus movimientos, ante cada una de esas parábolas que tan magistralmente ejecutaba en el aire con su arco. A tal punto llegó su éxito, que decidió aumentar aún más su excentricidad para causar más impacto. Acudía a sus conciertos europeos vestido completamente de negro en un coche de caballos también negros, entrando después a un escenario en el que, previamente, había ordenado que hubiera muy poca luz, para que su representación, fuera aún más sobrenatural.
Su apariencia rozaba la excentricidad de cualquier estrella del pop de la actualidad, pero no por ello su arte perdía calidad alguna. En absoluto. De su violín arrancaba sonidos estremecedores. Su técnica con el arco era sumamente expresiva e introdujo además nuevos usos y técnicas de staccato y pizzicato. Se dice, además, que era capaz de interpretar obras realmente complejas con una sola cuerda del violín. En medio del espectáculo y para causar mayor impacto, iba cortando con las tijeras cada una de las cuerdas para quedarse con una sola, dejando sin aliento a todo su público. Fueron estas maneras de presentarse las que hicieron que en el imaginario popular, Niccolò Paganini y el diablo empezaran a vincularse extrañamente.
Por su singularidad, por su arte nunca visto y por numerosas enfermedades a las que hizo frente desde niño, se empezó a tejer alrededor de su figura la leyenda del violinista del diablo. El músico que había entregado el alma al demonio para convertirse en el mayor virtuoso del violín conocido hasta ahora. Niccolò Paganini se hizo millonario, innovó el mundo de la música e incluso el de la moda con su estilo revolucionario de vestir. Las mujeres lo adoraban como a cualquier estrella del pop o el rock de la actualidad. Se hicieron incluso perfumes con su nombre, alimentando de modo casi desmedido su leyenda. Se decía incluso que las cuerdas de su violín estaban elaboradas con cabello del diablo, pinceladas sugestivas que ensalzaron día tras día el nombre de Paganini.
3. La muerte de Niccolò Paganini
Niccolò Paganini y el diablo se convirtieron en términos profundamente enraizados en la cultura popular, pese a la adoración que todos parecían tener por el artista. El hecho es que falleció bastante joven, a la edad de 57 años. Su pérdida también estuvo envuelta por detalles curiosos. Antes de fallecer el Arzobispo de Niza quiso ir a visitarlo a su lecho de muerte, pero Paganini se negó. No quiso verlo porque según él, aún le quedaba mucha vida por delante. Pero lamentablemente no fue así, murió al poco sin recibir los sacramentos finales, por lo cual, no se quiso darle sepultura en territorio santo.
Cinco años después, el propio hijo de Paganini pidió al Papa permiso para enterrar a su padre en las cercanías de la Iglesia de Vila Gaiona, siendo finalmente concedido. Aunque tal y como dicen muchos, lo más seguro es que a Niccolò Paganini no le importara demasiado que su cuerpo descansara en campo santo…
Si te ha parecido interesante la leyenda del violinista del diablo, puedes encontrar varias películas realizadas sobre Niccolò Paganini y el diablo. Una de ellas, es la titulada «Paganini», (1989) y protagonizada por Klaus Kinski. También dispones de varios libros donde ahondar en su interesante vida, ahí donde descubrirás muchos más aspectos sobre su figura, como “Paganini, caballero de la música”, de Anatolio Winogradov, o «El arco mágico. Un romance de Paganini», de Komroff Manuel. Y si te ha interesado este artículo, no te pierdas este otro en el que te contamos sobre las más aterradoras curiosidades sobre los Pactos con el Diablo. Ahora, si lo que adoras es la música clásica, disfruta de esta selección de las mejores frases de músicos clásicos que la reviven.