Los nombres de constelaciones, como ya vimos con el caso de los nombres de estrellas, no son nombres que los científicos se hayan sacado de la manga porque sí: algunos tienen cientos de años de historia, ya que se remontan a la antigua Grecia o Roma, cuando se nombraba a los cuerpos celestes con nombres inspirados en sus riquísimos mitos.
Inspiradores y bellos, los nombres de constelaciones esconden historias, como la del mito de Calisto, que te dejaran con la boca abierta. Por eso hemos preparado este artículo para tratarlas todas. Y por cierto, si te apasiona la astronomía tanto como a nosotros, no olvides leer este artículo sobre cómo se forman las estrellas.
Nombres de Constelaciones | Conoce sus apasionantes historias
La remota costumbre de nombrar a las constelaciones
Los nombres de constelaciones se remontan al principio de los tiempos, aunque muy especialmente cobran importancia durante las épocas de la antigua Grecia y Roma. Había muchas razones para poner nombre a los cuerpos celestes que nos rodean, por ejemplo, para explicar el origen y el sentido del mundo en el que vivimos, para adular a los dioses (o a gente poderosa, como reyes que bautizaban las estrellas con su nombre) o, en épocas más modernas, y especialmente en el hemisferio sur, para guiarse y no perder el rumbo a medida que se “descubrían” nuevas tierras.
Actualmente existen ochenta y ocho constelaciones, se considera que la más pequeña es la cruz del sur y la más grande, hidra.
Las constelaciones del Zodiaco y Ofiuco
Los primeros ejemplos que nos pueden venir a la cabeza al pensar en nombres de constelaciones son las que corresponden a los nombres del zodiaco. Cada uno de nosotros tenemos un signo que corresponde a una de estas constelaciones, que ocupan aproximadamente la zona de 8º al norte o sur de la eclíptica, es decir, la zona por la que el Sol recorre la esfera celeste. Los antiguos babilonios vieron que el en su camino el Sol se cruzaba con trece de estas constelaciones. Al crear su calendario para dividir el tiempo, decidieron que cada mes estaría regido por una de estas constelaciones, excepto una, que dejaron fuera: Ofiuco.
¿Y quién es este misterioso señor, al que acompaña una serpiente en su constelación? Se trata de uno de los hijos de Apolo, a quien Zeus mató a petición de Hades, porque se decía que era tan bueno en medicina que podía resucitar a los muertos. Zeus accedió a matarlo, pero, a cambio, lo colocó en el cielo, junto a una serpiente, símbolo de la vida renacida (por eso es el símbolo que aun hoy en día se ve en algunas farmacias).
La hidra, la constelación más grande
La hidra es la constelación más grande del firmamento, y una de las cuarenta y ocho constelaciones originales introducidas por Ptolomeo. Aunque es enorme, su forma sinuosa es muy difícil de situar en el cielo, ya que está compuesta principalmente por estrellas muy débiles, que apenas brillan.
Su nombre hace referencia a la terrible serpiente que Hércules tuvo que matar. Se dice que si se le cortaba una cabeza a la hidra, salían otras nuevas, con lo que el héroe tuvo que cauterizar las heridas del monstruo para evitar que salieran nuevas cabezas. Así, derrotó a la hidra y pudo conseguir su cabeza de oro, cuya hiel usó para construir flechas venenosas.
El cisne, una de las constelaciones más bellas del firmamento
Otro de los nombres de constelaciones de mitología más sorprendente es la que corresponde a la del cisne, en la que se encuentran algunas de las estrellas más brillantes del conocido como triángulo de verano.
Descubierta por Ptolomeo, el nombre de esta constelación hace referencia a Némesis, una diosa de quien se encaprichó Zeus, que huía del padre de los dioses adoptando la forma de varios animales. Zeus se convirtió en un cisne, la diosa sucumbió, se quedó embarazada y puso un huevo. Pero, al descubrir que Zeus la había engañado, abandonó el huevo, que acabó en las manos de los reyes de Esparta y de donde salió la famosa Helena de Troya.
El fénix, el resurgir de las cenizas
Una de las constelaciones más bonitas del hemisferio sur es la que corresponde al fénix, cuya primera aparición fue en el atlas celeste de Johann Bayer, aunque hay quien afirma que los árabes, hace muchísimos más años, ya conocían esta constelación, a la que relacionaban con dos avestruces o con una barca.
La figura mitológica a la que representa, por cierto, también es de origen árabe. El ave fénix es un animal mitológico del que se dice que cada quinientos años se consume en fuego y renace de sus propias cenizas.
Finalmente, la constelación del fénix tiene dos pequeñas lluvias de meteoros al año, llamadas las fenicias de diciembre y de julio, según el mes del año en que hacen su aparición.
La cruz del Sur, la constelación más pequeña
Otro de los nombres de constelaciones más famosos es la cruz del Sur, visible desde el hemisferio sur y muy útil para guiarse, ya que sus cuatro estrellas brillan mucho. De hecho, tiene tanta importancia que aparece en varias banderas de países de esta región como Nueva Zelanda, la Antártida o Brasil.
Para las culturas de estos lugares la cruz del sur también tenia una gran importancia. Para los aborígenes australianos, por ejemplo, representaba la cabeza de un emú, mientras que para otras culturas, como la maorí, se la relacionaba con una ancla.
Los nombres de constelaciones son preciosos y tienen profundos significados culturales, ¿verdad? Dinos, ¿conocías estos nombres de constelaciones? ¿Crees que nos hemos olvidado alguno importante? Recuerda que puedes contarnos todo lo que quieras, ¡solo tienes que dejarnos un comentario!