En una sociedad que parece responder al paradigma de perfección según muchos países, un dato polémico y algo inquietante ha salido a la luz, al saberse de los avances de Islandia hacia el fin del Sindrome de Down. Descubre de qué se trata y qué está ocurriendo para que hayan llegado a esta situación.
El fin del Síndrome de Down podría estar cerca en Islandia
El Comité Nacional de Investigación en Inglaterra ha aprobado una simple prueba de sangre para detectar el síndrome de Down, que en muchos sentidos es una noticia maravillosa, pues puede reducir la necesidad de procedimientos de prueba invasivos, que provocan alrededor de 350 casos de aborto espontáneo cada año.
Sin embargo, la medida que ha sido aprobada en otros países de Europa es polénica, porque la mayoría de las mujeres optan por abortar cuando reciben la noticia de que su bebé ha dado positivo en la prueba del Síndrome de Down. Revisando las estadísticas, alrededor del 90% de los embarazos que involucran el conocimiento de la condición son terminados antes de tiempo. En 2014, por ejemplo, 93 abortos se llevaron a cabo por esta razón en Estados Unidos, lo que implica un aumento del 34% desde 2011.
Este incremento se atribuye a un mayor acceso a análisis de sangre que permite detectar el síndrome, a través de clínicas privadas.
Los activistas estadounidenses advierten del riesgo de «extinción» de las personas con esta condición. En Dinamarca, el jefe de una asociación de parteras le dijo a un periódico que en un momento en que se pueden detectar casi todos los fetos con síndrome de Down, nos estamos acercando a una impactante situación en la que casi todos serán abortados.
Sin embargo, pocos países han estado tan cerca de erradicar los nacimientos de síndrome de Down como Islandia.
Dado que las pruebas de detección prenatal se introdujeron en Islandia a principios del 2000, la gran mayoría de las mujeres -cerca del 100%- que recibieron una prueba positiva para el síndrome de Down terminaron su embarazo.
Aunque las pruebas son opcionales, el gobierno afirma que todas las mujeres embarazadas deben ser informadas sobre la disponibilidad de pruebas de detección, que revelan la probabilidad de que un niño nazca con síndrome de Down. Alrededor del 80% al 85% de las mujeres embarazadas en Islandia optan por hacerse la prueba prenatal, según el Hospital Universitario Landspitali en Reykjavik.
Mediante un examen de ultrasonido, sangre y la edad de la madre, la Prueba de Combinación, determina si el feto tendrá una anomalía cromosómica, la más común de las cuales da como resultado el síndrome de Down.
Si bien es cierto que los niños nacidos con este desorden genético tienen rasgos faciales distintivos y una gama de problemas de desarrollo, muchas personas nacidas con síndrome de Down pueden vivir una vida plena y sana, con una esperanza de vida media de 60 años, que pueden llegar a ser muy felices con el amor, atención y el entorno adecuados.
Otros países no están muy atrás en las tasas de terminación del síndrome de Down. Según los datos más recientes disponibles, los Estados Unidos tienen una tasa de terminación del síndrome de Down de 67% (1995-2011). En Francia es del 77 % (2015) y en Dinamarca, del 98% (2015). La ley en Islandia permite el aborto después de 16 semanas (4 meses de gestación), si el feto tiene una deformidad y el síndrome de Down se incluye en esta categoría.
Con una población de alrededor de 330.000 habitantes, Islandia tiene en promedio de sólo uno o dos niños nacidos con síndrome de Down al año, a veces después de que sus padres recibieran resultados inexactos en las pruebas realizadas.
¿Qué opinas de lo que está ocurriendo en Islandia? ¿Crees que es el fin del síndrome de Down en este país?
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