Dar a luz implica un riesgo. Tanto la cesárea como el parto en el agua o natural, tienen sus porcentajes de peligro. Es cuestión de cada pareja decidir la manera en que desea traer al mundo a su hijo, siempre que todo marche bien y no haya alguna complicación que impida a los padres hacer un plan de alumbramiento. En este artículo hay una interrogante por responder: ¿qué tan seguro es parir dentro de una tina llena de agua? Aquí te sacamos de duda.
Parto en el agua: ¿es 100 % seguro?
Algunas mujeres rechazan completamente la idea de recibir medicamentos para disminuir el dolor, como la epidural y la oxitocina.
Sin embargo, un parto acuático no significa que se prohíba el suministro de estas drogas. Entonces, ¿qué beneficio tiene el agua? Ayuda a dilatar con menor dolor, sólo si la madre se sumerge después de los 5 centímetros, de hacerlo antes retrasaría la labor y habría que incrementar la dosis de medicamentos.
Mientras más saludable haya sido la gestación, más recomendable es este método de parto.
Entonces, ¿el bebé puede nacer si la madre está sumergida en el agua? Para la madre y el bebé es arriesgado un parto en el agua. Aun cuando se piense que es mejor y menos traumático, hay mayor posibilidad de que ambos contraigan infecciones. En el peor de los casos, puede producirse una ruptura del cordón umbilical y causar hemorragia y shock. Por esta razón se recomienda dar a luz fuera del agua y usar el agua sólo para aliviar el dolor del trabajo de parto.
Es de suma importancia conocer los beneficios y desventajas del alumbramiento para elaborar un plan del mismo junto con el obstetra, matrona o partera. No todas las mujeres son candidatas para parir bajo estas condiciones.
Seguramente, te habrás preguntado: ¿por qué el bebé no se ahoga?
Un bebé pasa 40 semanas –en ocasiones menos– dentro del vientre de su madre, inmerso en el líquido amniótico, es decir, no respira hasta que no está en contacto con el mundo exterior. Significa que si nace bajo el agua, él seguirá creyendo que continúa dentro de su pequeño mundo y logra tomar la primera bocanada de aire unos segundos después.
El “pero” a esta pregunta es el siguiente: estudios arrojan que si el neonato expulsa meconio dentro del vientre, puede aspirarlo y que este se vaya hasta sus bronquios, haciendo que se ahoguen al nacer bajo el agua. Es poco probable que suceda, pero no se debe descarta absolutamente nada en un nacimiento.
¿Conoces a alguien que haya dado a luz con este método? ¡No olvides dejarnos tu comentario y compartir el artículo!