Un equipo de científicos estudia la posibilidad de que planetas de distintas formas, y sabores, sean descubiertos en algún lugar del tiempo. Bueno, dejemos a un lado la parte de los sabores, pero no pudimos evitarlo. Es lo primero que se nos viene a la mente con esta teoría que propone una manera en la que pudiese existir un planeta con forma de donut orbitando en el Universo. Algo que, de ser comprobado, desafiaría las leyes de la física por completo.
¿Es posible un planeta con forma de donut?
En el Universo aguardan incontables misterios esperando ser revelados, por lo mismo pensaríamos que cualquier cosa sería posible. Incluso el hallazgo de un planeta con forma de donut que flotaría en el mar cósmico junto a otros planetas que, por razones de la física, son comúnmente esféricos.
Lo que hay que considerar para comprender cuán inusual sería un planeta con forma de donut -pero a la vez un fenómeno bastante probable-, es que la redondez que caracteriza a los planetas se debe principalmente a la fuerza de gravedad. La presión constante que ésta ejerce, en conjunción con el movimiento de rotación, modela a los cuerpos celestes otorgándole la forma circular por la que los reconocemos. Tal como si se tratasen de unas bolas de arcilla siendo manipuladas por las manos.
Ahora bien, una colisión gigante entre planetas giratorios podría alterar temporalmente la base anterior, originando una estructura completamente nueva, como un planeta con forma de donut o Sinestia, según concluyen en este estudio los científicos Simon Lock de la Universidad de Harvard, y Sarah Stewart de la Universidad de California (EE. UU.).
Esta teoría surgió a partir del interés de ambos científicos por resolver cómo se pueden formar los planetas a partir de una serie de impactos de dimensiones gigantescas. Descubriendo que en un rango de altas temperaturas y un alto momento angular a instantes de la colisión, los cuerpos celestes podrían adoptar una estructura parecida a una forma de donut, denominada Sinestia.
La Sinestia sería una roca vaporizada, sin ningún tipo de superficie sólida ni líquida al comienzo de su formación. Se explica de esto que, debido a la gran descarga energética que liberaría un choque de esta magnitud, los materiales de la estructura pueden llegar a fundirse o a tomar un estado gaseoso con la propiedad de expandirse como un disco.
Y aunque la mayoría de los planetas son susceptibles a sufrir impactos colosales con los que se pudiera producir este fenómeno, los científicos no han sido capaces de visualizar planetas con esta característica directamente. Pues, de acuerdo a Stewart, la Sinestia no se sostendría por mucho tiempo, ya que eventualmente la roca vaporizada perdería calor y retomaría su estado sólido. Sin embargo, en planetas mucho más grandes de gas, la simpática forma de donut podría prolongarse, ampliando así la posibilidad de ser captada en otros sistemas solares por los científicos.
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Imagen: curiosity.