Dicen de las cabras que su carácter es algo loco, cabezón e impulsivo. Están llenas de energía y resultan a su vez, tan divertidas como entrañables. Si estás familiarizado con ellas sabrás lo juguetonas que son y lo adorables que resultan cuando son unas crías.
Ahora bien… tanto si las conoces como si no, seguro que en alguna ocasión te has fijado en su mirada. ¿Ves la imagen que encabeza el artículo? ¡Los ojos de las cabras tienen unas pupilas rectangulares!
¿A qué se debe? Hoy en Supercurioso queremos explicártelo. No te lo pierdas.
¿En qué se parece una cabra y un pulpo?
La pregunta es un tanto extraña, no cabe duda. ¿En qué se parecen una cabra y un pulpo? Viven en medios muy diferentes, aparentemente no tienen semejanzas físicas y su alimentación no se parece demasiado. ¿Entonces? En efecto, también los pulpos tienen unas pupilas rectangulares.
Las causas de que la Naturaleza les haya dotado de esta singular característica, no es casual:
– Las pupilas, como ya sabes se gradúan según la cantidad de luz que entra en el ojo. A más luz se contraen, y menos, se dilatan. Y esto ocurre siempre sea como sea la forma de la pupila… Incluso en las rectangulares.
– Las cabras, los ciervos, ovejas y pulpos tienen las pupilas rectangulares, y situados a su vez a ambos lados de la cabeza.
– Esta característica les permite conseguir un amplísimo campo de visión. De hecho, casi pueden acceder a unos 320º de espectro, quedando fuera de su alcance solo unos 40º.
– Los ciervos, cabras y ovejas no dejan de ser víctimas de los depredadores, con lo cual, tienen a su vez mucho terreno controlado en caso de ataque.
– Los carnívoros, como los depredadores que suelen alimentarse de los ovinos y caprinos, tienen los ojos situados en frente, lo cual les permite seguir a la perfección la trayectoria de sus presas.
– Los pulpos por su parte, tienen la fascinante particularidad de tener unos ojos muy semejantes a los vertebrados. Controlan la cantidad de luz que reciben y tienen a su vez un amplísimo campo de visión, aunque según nos dicen algunos biólogos son «algo miopes» y lo compensan sobre todo con unos maravillosos sensores que tienen en su piel.
Como puedes ver el tema de la visión en los animales es fascinante, y más si tenemos en cuenta los medios en los que viven, se desarrollan y se alimentan. No podemos pasar por alto que las cabras, se pasan gran parte del día con la cabeza gacha comiendo, pastando…
Necesitan como puedes deducir de una visión periférica muy afinada y poderosa con la cual, vigilar a cada lado mientras se alimentan. Cuidando de que ningún depredador las coja por sorpresa.
Otra característica sobre las cabras, es que su medio natural son casi siempre los espacios rocosos, o las praderas con pendiente. Son asombrosas manteniendo el equilibrio, saltando de aquí allá con absoluta precisión…
Imaginálas ahora comiendo en una afilada roca, y en la pendiente de montaña. Sus pupilas están paralelas al suelo, de forma que su visión vertical es excepcional en ese terreno escarpado. Ningún lince o águila que desee llevarse a alguna de sus crías la va a coger por sorpresa.
La genética es la que hizo la magia con sus dedos artesanos de generación en generación, para que sus pupilas se “horizontalizaran”, y con ello, poder adaptarse mejor a esos medios y sobrevivir con mayor eficacia.
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