Usualmente asociamos las reacciones nucleares a dos formas: a las fusiones nucleares que ocurren en las estrellas y al desarrollo técnico humano alcanzado en los años 40 del siglo pasado y que mostraron su peor faceta con la destrucción de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en 1945.

Pero hay evidencias de que es posible la existencia de reactores nucleares naturales sin necesidad de manipulación humana ni de las inimaginables temperaturas estelares, y hasta es posible que uno de nuestros fenómenos astronómicos más cercano haya sido resultado de reacciones nucleares naturales.

¿Son posibles las reacciones nucleares naturales?

Hay evidencias de que al menos hace 1.700 millones de años se crearon condiciones en nuestro planeta para que se dieran fisiones nucleares naturales, y éstas se encuentran en un yacimiento de uranio en África ecuatorial. Se trata de la mina de Oklo, en Gabón, y el descubrimiento de que el uranio que se sacaba de estas minas tenía algo extraño se hizo en 1972.

El descubrimiento de que este uranio ya había pasado por un proceso de fisión fue accidental: el uranio destinado a las plantas nucleares es analizado para evitar usar aquel que ya ha sido utilizado y esto se puede saber porque el uranio natural en todo el mundo posee 0,7202% de uranio.235, que es el que se destina para la fisión nuclear; pero el de Oklo tiene 0,7171%. Estas cifras, aparentemente infinitesimales, han llevado a la conclusión de que en esta región del mundo se produjo un proceso de reacciones de fisión nuclear durante unos 200 millones de años (comenzaron hace 1.700 millones de años y concluyeron hace 1.500).

¿Son posibles las reacciones nucleares naturales?
Uranio

No existe una explicación clara de cómo pudo suceder tal cosa y las teorías van desde una combinación inusual de aguas extremadamente ácidas a causa de algas verdeazuladas, que se filtraron hasta los yacimientos de uranio propiciando una serie de reacciones en cadena, hasta una posible aunque quizás poco creíble intervención de extraterrestres.

Pero quizás ésta no haya sido la única reacción nuclear natural en la Tierra, ni la más antigua: en 2013 investigadores de Sudáfrica y Holanda propusieron una teoría sobre el origen de nuestra luna a partir de una reacción nuclear fuera de control.

La teoría dominante actualmente acerca del origen de nuestro único satélite natural es que habría sido resultado del impacto de otro planeta, Theia, contra el nuestro. Sin embargo, los investigadores Rob de Meijer (Western Cape University) y Wim van Westrenen (Vrije Univesiteit) creen que hace 4.500 millones de años fuerzas centrífugas concentraron elementos radiactivos como el torio y el uranio cerca del ecuador y generaron reacciones de fisión nuclear que pudieron conducir a una gran explosión y a la expulsión hacia el espacio de una enorme cantidad de material, a partir del cual se habría originado la Luna.

¿Son posibles las reacciones nucleares naturales?

 

Una manera de comprobar esta teoría sería haciendo mediciones en la Luna, que deberían mostrar abundante presencia de helio-3 y xenón-136; pero habrá que esperar por mayores avances en el estudio de nuestro satélite.

Entretanto, el único georreactor natural del que tenemos certeza se encuentra en África occidental, y está apagado. A la pregunta de si serían posibles hoy en día las reacciones nucleares naturales, los científicos responden tajantemente que no; pero si algo tiene la naturaleza es que nunca deja de sorprendernos, y no siempre en forma agradable, como puedes ver en artículos sobre megatsunamis o sobre terremotos.