Existen muchas leyendas fundacionales. Entre las más conocidas están la de Rómulo y Remo, la de la fundación de Atenas o la de la unificación de Inglaterra por rey Arturo, sin embargo, y a pesar de ser sumamente curiosa, es poco conocida la leyenda de la princesa egipcia que fundó Escocia. Acompáñanos a averiguar cómo una princesa de Egipto pudo hacer tal cosa y si existe alguna prueba de este hecho.
La princesa egipcia que fundó Escocia
Las primeras referencias a la princesa Scota, la princesa egipcia que fundó Escocia, se encuentran en sendos manuscritos del siglo XI, el «Libro de Leicester» y la «Historia Brittonum». Sin embargo es en el siglo XII cuando encontramos varias fuentes que nos explican que Scota era hija de un faraón egipcio contemporáneo de Moisés, casada con Goidel Glas o Geytholos, epónimo de gaélico, como Scota lo es de Escocia.
En el siglo XV, Walter Bower, canónigo escocés y cronista de su época, reescribió la leyenda tal como se ha popularizado y llegado hasta nosotros. Cuenta que Scota, una hija del faraón de Egipto, sabedora de los desastres y plagas que estaban a punto de suceder en su país, y guiada por los dioses, lo abandonó junto con su marido Geytholos, que era de origen griego. Viajaron en barcos con un séquito de más de 1.000 personas, entre las que se contaban muchos nobles egipcios y griegos, y se dejaron conducir por las divinidades a las que confiaron sus vidas. Viajaban con su hijo que tenía por nombre «Hibernia».
Tras muchos días de navegación y debido al mal tiempo se encaminaron a la costa y tomaron tierra. Fue su primera escala: Hispania. Años después un grupo numeroso abandonó el noroeste de la península ibérica, donde habrían fundado Brigantia y se dirigió a Irlanda. De este segundo grupo se separó un tercero, capitaneado por Scota que llegaron hasta las costas escocesas. Allí sometieron a los pictos y otros pueblos nativos y dieron lugar al pueblo escocés, los descendientes de Scota.
En este periplo, según la leyenda, la princesa llevaba consigo la llamada «piedra de Jacob», elemento prodigioso y protector para quien la poseyera y que se creía que era en la que el profeta apoyó la cabeza cuando tuvo su famoso sueño de la escalera. Esta piedra es la «Piedra del Destino» que se utiliza desde tiempos inmemoriales en la coronación de los reyes escoceses.
Para Bower, Scota era hija del faraón Akenatón que gobernó en Egipto entorno al año 1350 a.C. Scota podría ser Meritaten, la última hija de Akenatón, de la que repentinamente deja de haber registros y que posiblemente fue expulsada del país a la muerte de su padre. Akenatón se había ganado muchos enemigos con las reformas religiosas y políticas que hizo durante su reinado.
Aunque hay pocas evidencias, existen algunas pruebas de que los egipcios llegaron a Irlanda y Escocia. La primera es un collar de ámbar encontrado en las excavaciones arqueológicas de Tara en Irlanda, que es muy similar a otro encontrado en la tumba de Tutankamon, del que Meritaten sería hermana, y fechado por la prueba del Carbono 14 en el 1350 a.C. aproximadamente. La segunda los restos de un barco de tipo egipcio que fue hallado en la zona norte de Inglaterra, muy cerca de Escocia, y que fue datado entre el 1400 y el 1350 a.C.
¿Qué te ha parecido la leyenda? ¿Crees que es posible que una princesa egipcia fundara Escocia? Si te ha interesado este artículo, quizá quieras leer:
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Imágenes: Guillaume Blanchard,