Parece que en la actualidad lo único que se busca es ser gente más feliz. Todos estamos de acuerdo en que una actitud positiva hacia la vida genera optimismo, y que el optimismo nos produce una sensación de bienestar que hace que todo nos parezca menos difícil.
Pero, ¿es posible cambiar la personalidad, si lo que tendemos a pensar y sentir es más bien lúgubre, si lo que nos define es la melancolía o la negatividad? Sí, es posible. Aquí te contamos cuáles son esos rasgos que caracterizan a la gente más feliz, y puedas hacer una autoevaluación.
¿Qué rasgos de personalidad caracterizan a la gente más feliz?
De acuerdo, no se puede ser feliz todo el tiempo. Pero sí podemos lograr sentirnos bien, aun a pesar de las adversidades, de las pérdidas y del “dolor de vivir”. Podríamos llamar a esa sensación “bienestar”, y es básicamente lo que nos permitiría sortear con un mejor ánimo las dificultades y los contratiempos.
Digamos que una combinación de varios factores nos daría la dimensión del bienestar, como emociones positivas frecuentemente sentidas, poca frecuencia de emociones negativas, satisfacción con la propia vida, autonomía e independencia, adaptación al entorno, crecimiento personal, relaciones positivas, autoaceptación, propósito, compromiso y realización.
Comúnmente se dice que una “personalidad feliz” se define principalmente por una gran extroversión y un bajo porcentaje de neurosis; según Freud, es imposible no ser neurótico, pero hoy sabemos que sí es posible no serlo tanto. Así, podemos cambiar nuestra actitud para una mejor salud mental y un mayor bienestar.
Ahora bien, un estudio reciente analizó el vínculo entre los múltiples aspectos del bienestar y una gama más amplia y diversa de características personales. Este estudio fue dirigido por los psicólogos Scott Barry Kaurman y Jessie Sun, arrojando un nuevo modelo de personalidad basado en 5 grandes rasgos que la gente más feliz suele presentar. Para ello, estudiaron a 706 participantes con una media de edad de 35 años.
Los rasgos que explicamos a continuación se relacionaron con un muy amplio espectro de signos de bienestar, y llegaron a una posible conclusión: hay caminos personales y distintos para llegar a la felicidad; si una persona presenta altos niveles en cualquiera de estos rasgos, es probable que tenga también un nivel alto de bienestar en diversos aspectos de su vida.
1. Entusiasmo
Las personas entusiastas son alegres, amables y emocionalmente expresivas; tienden a divertirse y a vincularse con los demás de forma positiva.
El entusiasmo conduce a la satisfacción y a ver las cosas de manera constructiva.
2. Aceptación del yo
Mientras más nos aceptamos, más posibilidad hay de alejarse de la depresión y la ansiedad que genera la insatisfacción personal por no ser como queremos. Mientras más nos aceptamos a nosotros mismos más nos conocemos, y podremos cambiar aquello que necesite cambiarse. Es lo que se llama crecimiento personal.
Alguien que no se acepta tiende a rumiar sus propios errores y a ser demasiado consciente de sí mismo; no se perdona y tiende más a sentir emociones negativas.
3. Laboriosidad
Tiene que ver con el enfoque y con el trabajo. La gente más feliz suele trabajar apasionadamente y lograr sus objetivos; son autodisciplinados, eficientes, competentes y útiles, no importa en qué área se apliquen. Aman lo que hacen, y eso les proporciona felicidad.
4. Compasión
Una persona compasiva es empática, puede calzarse otros zapatos e intuir y comprender mejor a sus semejantes.
Se preocupa por el bienestar y las emociones de los demás, y establece relaciones afectivas y enriquecedoras.
5. Curiosidad intelectual
Quienes son curiosos son abiertos a nuevas ideas, disfrutan el pensamiento y les gusta analizar cuanto les rodea. Se estimulan con lecturas desafiantes y alimentan su curiosidad aprendiendo más.
Otros rasgos que caracterizan a la gente más feliz tienen que ver con la asertividad y con la apertura creativa (lo que podríamos llamar pensamiento lateral para buscar soluciones distintas y creativas a los problemas).
Si bien, como indicaba Freud, no podemos evitar ser neuróticos, a través del autoconocimiento y de la voluntad podemos cultivar alguno de estos rasgos en los que tengamos determinada tendencia; es posible cambiar nuestro enfoque y percepción para lograr nuestros propios parámetros de felicidad o bienestar.
Para ayudarte a identificar los pensamientos negativos que pueden influir en nosotros y nuestra felicidad, revisa este artículo; y también, si quieres ser más feliz, baila.