La gente ha estado usando la enfermedad de la «señora loca de los gatos» como una excusa para odiar al animal favorito en Internet desde hace décadas, pero ¿es verdad que la toxoplasmosis hace realmente que nos gusten los gatos?
La asombrosa posible razón por la que te gustan los gatos
Los investigadores han sido conscientes de la existencia del Toxoplasma gondii, un parásito que se encuentra en las heces de gato, desde hace décadas. A pesar de que puede plantear serios problemas para las personas con sistemas inmunes debilitados, las personas sanas son generalmente capaces de luchar contra este parásito, sin experimentar otra cosa que algunos síntomas gripales leves. Pero una vez que los síntomas iniciales se van, se creía que el protozoo entraba en un estado latente en el cerebro.
Estudios recientes han encontrado que el T. gondii puede realmente ser capaz de influir en el huésped, así que si has vivido con un gato, es posible esto te incumba. Los investigadores han encontrado pruebas de la toxoplasmosis, la enfermedad causada por la infección con T. gondii, en las momias del antiguo Egipto, y se estima que al menos 60 millones de personas sólo en los Estados Unidos están infectados en la actualidad.
Los parásitos dependen de sus anfitriones para vivir y reproducirse. El ciclo de vida del T. gondii implica una escalera complicada que va de gatos, a ratones y otros mamíferos, incluyendo seres humanos.
Prepárate, las cosas están a punto de ponerse un poco bestias: El parásito sólo puede reproducirse sexualmente en el interior de los intestinos del gato. Conocido como ooquistes, esta descendencia parasital sale del cuerpo del gato a través de sus heces, que son susceptibles de ser ingeridas por los ratones o algún otro animal. Una vez dentro del ratón, los ooquistes maduran y se convierten en adultos T. gondii. Si su anfitrión es comido por un gato, esta nueva generación de T. gondii se instala en los intestinos y se reproduce de nuevo.
Debido a que los ratones tienden a evitar a los gatos por naturaleza, el T. gondii encuentra su camino al cerebro del anfitrión, y juega con su comportamiento: Los roedores infectados muestran menos miedo a los depredadores, demuestran tiempos de reacción más lentos, e irónicamente, se sienten más atraídos por la orina felina. Esto hace que sea más probable que sean devorados por un lindo gatito.
Los investigadores no están seguros de cómo T. gondii logra influir en su huésped de manera tan dramática, pero la idea que prevalece es que el parásito es capaz de actuar en neurotransmisores como la dopamina.
Gatos y roedores son las partes principales de su ciclo de vida, pero los seres humanos juegan un papel, también. Las personas pueden infectarse en todo tipo de formas; cajas de arena, productos contaminados,… y así sucesivamente.
Esta investigación ha demostrado, además, que la toxoplasmosis nos afecta. La enfermedad ha sido conectada a trastornos psicológicos como la esquizofrenia, el trastorno obsesivo-compulsivo y el trastorno bipolar; y con que la ralentización de nuestros tiempos de reacción, al igual que un ratón infectado.
¿Así que es el T. gondii la razón de que algunas personas se sientan tan atraídas por los gatos? No hay una respuesta definitiva por el momento, pero da que pensar. Aunque… seamos sinceros, son tan y tan adorables que seguramente con la intervención de este parásito o sin ¡nos encantarían de igual modo!
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