Son muchos los lugares en el mundo que son calificados como embrujados. Atraen a muchos curiosos que esperan ver fantasmas o fenómenos paranormales entre sus muros. Algunos han sido estudiados por expertos para tratar de averiguar que hay de verdad en las apariciones o sucesos extraños. Harry Price, investigador de lo paranormal, estudió los fenómenos de una casa del condado de Essex, era la Rectoría de Borley, la casa más encantada de Inglaterra.
La Rectoría de Borley, la casa más encantada de Inglaterra
Posiblemente se trata de una leyenda urbana más, pero los fenómenos que ocurrían en esa rectoría se sucedieron a lo largo de los años y la prensa de la época se hizo eco de ellos.
La rectoría se construyó en 1862 sobre los restos de una edificación anterior y quedó prácticamente destruida en 1939 a causa de un incendio.
Cuenta la leyenda que en el siglo XIV, en el mismo solar, existió una iglesia con un cementerio anexo y, muy próximo a estos, un convento de monjas. Parecer ser que el párroco y una de las monjas iniciaron una relación amorosa y al ser descubiertos él fue ejecutado y ella emparedada. Son sus fantasmas los que se avistaban en la rectoría y sus terrenos adyacentes. También se habla de un carro con un conductor sin cabeza, que supuestamente esperaba a los amantes para ayudarlos a huir.
Los primeros sucesos paranormales ocurrieron en 1863, al poco tiempo de inagurada la nueva rectoría. Se oían ruidos y pasos inexplicables. En 1900, las 4 hijas del rector de esa época dijeron haber visto el fantasma de una monja al atardecer, en los terrenos de la casa. Los rectores se fueron sucediendo hasta 1928, en que la esposa del nuevo párroco encontró un paquete con un cráneo humano en un armario. A partir de ese momento los sucesos paranormales como campanas que sonaban sin que nadie las tañera, luces que aparecían en las ventanas o huellas sin explicación ocurrían con frecuencia. Tanto es así que el rector pidió al Daily Mirror que se pusiera en contacto con la Sociedad para la Investigación Psíquica y que acudieran a verificar esos hechos. Harry Price fue el investigador enviado, pero durante su estancia los fenómenos se multiplicaron, lo que dio lugar a sospechas de fraude.
Nadie quería habitar la casa encantada hasta que un nuevo párroco en 1928 se decidió a hacerlo. Volvieron los fenómenos en mayor cantidad que anteriormente, pero en este caso finalmente la esposa del rector confesó haber provocado algunos de ellos. La casa volvió a quedar vacía. El propio Price la alquiló para seguir investigando. En un contacto con espíritus a través de una de sus ayudantes, a esta le fue revelado que había una joven asesinada enterrada bajo la casa y que un incendio destruiría la rectoría dejando al descubierto los huesos. La casa ardió en 1939 y años después Price encontró 2 huesos entre los cimientos calcinados.
Muchas de las personas que dijeron haber visto el fantasma de la monja, observado fenómenos extraños o haber oído ruidos inexplicables, años más tarde se retractaron o quedó en evidencia que se trataba de un fraude. A pesar de ello, el lugar donde estuvo la casa más encantada de Inglaterra sigue teniendo un gran atractivo para los investigadores de lo paranormal.
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