Después del hundimiento del Titanic el 15 de abril de 1912, la gran nave reposó en el fondo del océano Atlántico durante más de 70 años antes de que se encontraran sus restos. El 1 de septiembre de 1985 una expedición conjunta americana francesa, encabezada por el famoso oceanógrafo estadounidense Robert Ballard, encontró el Titanic a más de dos kilómetros por debajo de la superficie del océano mediante el uso de un sumergible no tripulado llamado Argo. Este descubrimiento dio un nuevo significado al hundimiento del Titanic e inspiró nuevos sueños de exploración del océano. En Supercurioso te contamos la historia de Robert Ballard y la búsqueda del Titanic.
El descubrimiento del Titanic y Robert Ballard
1. El hundimiento del Titanic
Solo tres días después de zarpar, el Titanic chocó contra un iceberg a las 11:40 horas del 14 de abril de 1912, en algún lugar del Atlántico Norte. Aunque el barco tardó dos horas y media a hundirse, la gran mayoría de la tripulación y de los pasajeros perecieron, incluidos los niños del Titanic. Esto ocurrió por una importante falta de botes salvavidas y el uso incorrecto de los que existían.
Personas de todo el mundo se sorprendieron cuando se enteraron de que el «insumergible» Titanic se había hundido y querían saber los detalles de la catástrofe. Sin embargo, por mucho que los supervivientes pudieran contar, las teorías acerca de cómo y por qué se hundió el Titanic quedarían sin fundamento hasta que los restos de la gran nave fueran encontrados. Pero había un problema: nadie estaba seguro exactamente dónde se había hundido el Titanic.
2. ¿Quién es Robert Ballard?
Robert Ballard quería encontrar los restos del Titanic. Ballard se había criado en San Diego, California, cerca de la costa, donde comenzó su fascinación con el océano y donde aprendió a bucear. Después de graduarse por la Universidad de California en Santa Bárbara en 1965 con un título en química y geología, Ballard se inscribió en el ejército. Dos años más tarde, en 1967, Ballard fue enviado a la Armada, a la Deep Submergence Group at the Woods Hole Oceanographic Research Institution en Massachusetts, comenzando así su carrera con los sumergibles.
En 1974 Ballard ya contaba con dos doctorados (en geología marina y en geofísica) por la Universidad de Rhode Island y había pasado mucho tiempo realizando inmersiones en aguas profundas en un sumergible tripulado llamado Alvin que él mismo ayudó a diseñar. Durante unas inmersiones, en 1977 y 1979, cerca de las Islas Galápagos, Ballard ayudó a descubrir unas fuentes hidrotermales, alrededor de estas fuentes crecían unas plantas marinas desconocidas: el estudio científico de estas plantas llevó al descubrimiento de la quimiosíntesis. Sin embargo, Ballard tenía un reto mayor en su cabeza: Encontrar el Titanic.
3. Planificación de la misión
Ballard no fue el primero en tratar de encontrar el Titanic. Hubo varios equipos que habían salido para encontrar los restos del famoso barco, tres de los cuales habían sido financiados por el millonario Jack Grimm. En su última expedición en 1982, Grimm había tomado una foto bajo el agua de lo que él creía que era una hélice del Titanic (otros creían que era solo una roca).
Nuestro personaje decidió pedir financiación para su expedición a la Marina de los EE. UU., y lo consiguió, pero no porque la Marina tuviera un interés especial en la búsqueda de la Titanic, sino porque Ballard crearía la tecnología necesaria para ayudarles después a encontrar e investigar los restos de dos submarinos nucleares (el USS Thresher y el USS Scorpion) que se había perdido misteriosamente en la década de 1960.
Sin embargo, Ballard mantuvo en secreto esta misión y como construyó la tecnología necesaria de este submarino, y lo utilizó para encontrar y explorar los restos del USS Thresher y los restos de la USS Scorpion. Además, mientras que Ballard estaba investigando estos naufragios, aprendió más acerca de campos de escombros, lo que le dio una idea de cómo encontrar el Titanic. Cumplida su misión secreta, Ballard fue finalmente capaz de volver a su búsqueda del Titanic. Sin embargo, mientras que otros equipos habían pasado meses buscando en vano el Titanic, Robert Ballard ahora solo tenía dos semanas para hacerlo.
4. Localización del Titanic
Fue a finales de agosto 1985, cuando Ballard comenzó su búsqueda del Titanic. Ballard había invitado a un equipo de investigación francés, dirigido por Jean-Louis Michel, a unirse a esta expedición. A bordo del barco oceanográfico de la Armada, el Knorr, Ballard y su equipo se dirigieron a la ubicación donde era probable que descansase el Titanic, a mil millas al este de Boston, Massachusetts. Las expediciones anteriores habían hecho barridos del fondo del océano para intentar lograr el descubrimiento del Titanic, pero el equipo de Ballard hizo unos barridos todavía más amplios para intentar cubrir aún más espacio.
Había dos cosas que tenía a favor Ballard para encontrar el Titanic. En primer lugar, después de examinar los restos de los dos submarinos, descubrió que las corrientes oceánicas a menudo desplazaban piezas más ligeras de los restos de los naufragios aguas abajo, lo que deja un rastro de escombros.
En segundo lugar, Ballard había diseñado un nuevo sumergible no tripulado, el Argo, que podría explorar áreas más amplias, bucear más profundo, permanecer bajo el agua durante varias semanas, y entregar imágenes nítidas y claras de lo que encontrara. Esto significaba que Ballard y su equipo podían quedarse a bordo del Knorr y controlar las imágenes de Argo, con la esperanza de encontrar pequeños trozos de escombros.
El Knorr llegó a la zona de exploración el 22 de agosto de 1985 y comenzó los barridos utilizando Argo. En las primeras horas de la mañana del 1 de septiembre de 1985, 73 años después de su hundimiento, se realizaba el descubrimiento del Titanic. En su exploración a 12.000 pies por debajo de la superficie del océano, el Argo transmitió la imagen de una de las calderas incrustada en la superficie arenosa del fondo del océano. El equipo a bordo el Knorr estaba entusiasmado con el descubrimiento, a pesa de que sabían que estaban flotando encima de las tumbas de casi 1500 individuos.
La expedición resultó ser fundamental para el esclarecimiento del hundimiento del Titanic. Antes del descubrimiento de los restos de la nave había cierta creencia de que el Titanic se había hundido de una sola pieza. Las 1985 imágenes que consiguieron no ofrecieron a los investigadores información definitiva sobre el hundimiento del buque; sin embargo, sí que ayudaron a establecer algunos fundamentos básicos para contrarrestar los primeros mitos.
5. Expediciones posteriores al descubrimiento del Titanic
Tras el descubrimiento del Titanic, Robert Ballard volvió al barco en 1986, equipado con una tecnología aún más avanzada que le permitió explorar con más detalle el interior de la nave. Se recogieron imágenes que mostraron los restos de la belleza que había cautivado a los que habían visto el Titanic en su apogeo. La gran escalera, las lámparas de araña que todavía colgaban de los techos y los hermosos trabajos hechos en hierro fundido fueron fotografiados durante la segunda expedición de Ballard.
Desde 1985, se han producido varias decenas de expediciones al Titanic. Muchas de estas expediciones han sido motivo de controversia, ya que aprovechaban para extraer cientos de piezas del interior de la nave. Robert Ballard se manifestó en contra de esta práctica, ya que sentía el barco merecía descansar en paz y durante sus dos expediciones decidió no traer nada de lo encontrado a la superficie y sentía que los demás deberían respetar los restos del mismo modo.
Aunque el Titanic ha aparecido en numerosas películas a través de los años, fue la película de James Cameron de 1997 la que estimuló el interés masivo en todo el mundo por el destino de la nave. La película se convirtió en una de las películas más populares de todos los tiempos, y fue muy conocida por sus frases de Titanic.
6. El 100º aniversario
El 100º aniversario del hundimiento del Titanic en 2012 también impulsó un renovado interés en la tragedia, 15 años después de la película de Cameron. El lugar donde descansan los restos del Titanic es ahora elegible para ser considerada como un área protegida como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y Ballard también está trabajando para preservar lo que queda, todo gracias al descubrimiento del Titanic.
Por otra parte, una expedición realizada en agosto de 2012 reveló que el aumento de la actividad humana ha causado una aceleración del derribo de la nave a un ritmo más rápido de lo esperado. Ballard tiene un plan para frenar el proceso de degradación: pintar el Titanic mientras permanece 12.000 pies por debajo de la superficie del océano. El descubrimiento del Titanic fue un logro trascendental, pero ahora el mundo está en conflicto acerca de cómo cuidar este naufragio histórico.
Hasta acá ha llegado la historia de Robert Ballard y la búsqueda del Titanic. Sabes que en Supercurioso nos gusta acercarnos a estas historias. Sin embargo, siempre quedamos a la expectativa de tus comentarios. ¿Por qué te interesa el Titanic? Y, recuerda, si te ha gustado este artículo, no te pierdas la increíble historia de Violet Jessop, la mujer que sobrevivió al Titanic, el Olympic y el Britannic.