Puede que en alguna ocasión hayas hecho una foto o un pequeño video, y hayas detectado una pequeña anomalía en la imagen. Como un fragmento alargado, como un «palito» volante.
Lo más probable es que no le dieras importancia, que pensaras que era algún insecto que se cruzó por ahí en el momento menos apropiado para fastidiarte un poco la imagen. Ahora bien, si conoces el fenómeno de los orbs seguro que también conocerás a los rods, porque es común que una cosa y otra aparezcan de la misma forma.
Estamos hablando cómo no, de leyendas urbanas, y en concreto de una que dice que dichos «palitos» serían en realidad seres vivos. Pequeños insectos que se mueven a velocidades increíbles y que nosotros, captamos de vez en cuando con nuestros dispositivos.
Increíble ¿verdad? Conozcamos más datos sobre esta curiosa teoría. Hablemos de los rods.
Las misteriosas barillas volantes de la atmósfera o «rods»
¿Las has visto alguna vez? Hay auténticos criptozoólogos que defienden la existencia de estas criaturas apenas perceptibles. Según ellos mismos, a pesar de no disponer de más pruebas que esas imágenes casuales, estos seres medirían entre 6 y 12 centímetros y a su vez, dispondrían de una membrana central que les serviría para «propulsar» el aire.
Serían, por así decirlo, una especie de «sepias volantes», con alas incluidas para moverse por el aire. Sabemos que cuesta mucho creerlo, pero si estas teorías han aparecido es por la motivación intrínseca del ser humano por dar explicación a lo que no se entiende, y la presencia de orbs y rods ha sido siempre un enigma en el campo de la fotografía.
¿Simples manchas de polvo, de humedad? ¿Pequeños insectos? Es probable. De hecho no falta quien analiza el patrón de movimiento de estos rods asociándolos a pequeños coleópteros.
Este interés lo inició hace ya unas décadas un fotógrafo llamado José Escamilla. Después de muchas horas de análisis y comprobación en sus laboratorios para averiguar qué podía ser esos fragmentos alargados en sus fotografías, advirtió tras varias ampliaciones que aquel objeto alargado tenía aletas y una membrana central. Era por tanto un ser vivo. Pero eso sí, se movían por el aire a una velocidad altísima para poder ser percibida por el ojo humano.
Te sorprenderá saber también que existen diversas teorías que se atreven a decir que tal vez, estas entidades biológicas serían criaturas con propiedades cuánticas. No pueden chocar con nada porque su velocidad trasciende a la propia materia, y no falta incluso quien afirma que han captado rods de proporciones mayores a las de un metro. Inquietante a la vez que desafiante para la ciencia ordinaria.
Ahora bien, pero ¿qué dice en realidad la ciencia sobre estos fenómenos fotográficos? La comunidad científica hace tiempo que llegó a su propio consenso. Son polillas u otros insectos voladores. No hay misterio, no hay conspiración, no hay seres que desafían las leyes de nuestra física conocida.
Como puedes intuir, estos datos no acaban de convencer a los amantes del misterio, y de esos fieles seguidores de la naturaleza que va más allá de lo que capta el ojo humano, y las mentes que encajan las dudas en respuestas ordinarias. El reto está servido y cada uno es libre de tomar la posición que desee.
Así que ahora dinos… ¿Te ha aparecido alguna vez un rod en una fotografía? Si te ha gustado este artículo descubre también un poco más sobre los interesantes orbs.