Las luciérnagas son para los habitantes de las ciudades seres prácticamente fantásticos. Casi ningún urbanita menor de 30 años ha tenido ocasión de verlas. Lo que antes era un espectáculo habitual se ha convertido en algo muy difícil de ver ya que estos animales están al borde de la extinción. Por eso es tan importante la iniciativa que tuvieron en Nanacamilpa en el estado de Tlaxcala. Acompáñanos a conocer este santuario de las luciérnagas en México.
El santuario de las luciérnagas en México
Factores como el urbanismo desmedido, la deforestación o la contaminación lumínica están acabando con las prácticamente 2.000 especies de luciérnagas que existen. Las luciérnagas viven en los bosques húmedos o en zonas pantanosas ya que en ellas las larvas encuentran el alimento que necesitan para desarrollarse. Por la noche, en épocas cálidas, de 10 a 12 de la noche aproximadamente, se puede ver a las luciérnagas hembra iluminarse con el fin de atraer a los machos que las sobrevuelan. Ambos se iluminan en un diálogo de intermitencias, pero es la hembra la que más luce hasta que consigue aparearse. La luz se produce en un proceso que se conoce como bioluminiscencia.
La protección de las luciérnagas es una manera de salvar los bosques y protegerlos de la deforestación. Así lo entendieron en Nanacamilpa, a 70 km. de México capital, en el estado de Tlaxcala. En esta zona rural se vivía prácticamente en exclusiva de la madera que producían sus bosques lo que los estaba llevando a pasos agigantados hacia la deforestación.
A pesar de perder masa verde, entre los meses de junio y agosto, en un lugar conocido como Bosque de Piedra Canteada, se producía un espectáculo mágico: miles de luciérnagas brillaban en la oscuridad de la noche. Uno de los líderes de la comunidad planteó la posibilidad de crear una zona protegida para las luciérnagas y que sirviera además como reclamo turístico. Muchas personas podrían gozar de esa maravilla mágica que ahora solo veían unos pocos.
En 2011 una zona de más de 200 hectáreas de bosque húmedo, ideal para las luciérnagas, abrió sus puertas a los turistas. Se han establecido normas para preservar el hábitat y así puede hablarse de un «santuario para las luciérnagas». Este hecho ha contribuido no solo a aumentar el turismo y los ingresos por este motivo, sino que ha conseguido frenar la deforestación. Se siguen cortando árboles, pero se hace de manera selectiva y se ha reducido el uso de pesticidas para no afectar a las luciérnagas. También se replantan cada año cerca de 50.000 nuevos árboles. Otras comunidades rurales están estudiando, junto con los biólogos, seguir el ejemplo de Nanacamilpa y buscar una manera de desarrollo sostenible.
Las luciérnagas gozan de gran estima en la tradición cultural de muchos países. En Japón se cree que son los espíritus de los guerreros muertos y en Virginia, EE.UU., existe la superstición de que si matas a una luciérnaga, el siguiente rayo que caiga te alcanzará. Si quieres saber más sobre estos curiosos animales, puedes leer el post: Curiosidades sobre las luciérnagas.