El mundo y sus rincones son una fuente inagotable de sorpresas. Desde paisajes que quitan el aliento hasta animales curiosos que llaman nuestra atención con sus peculiaridades. Hoy en Supercurioso nos hemos animado a viajar hasta la lejana región de Hamburgo, para traerte una historia simplemente alucinante: la de los sapos que explotan.
Y es que, como te decíamos, el planeta está lleno de rarezas. En algunos lugares llueven arañas. De hecho, en la provincia Argentina de Salta hay registros puntuales sobre este fenómeno. Pero el de los sapos que explotan es bastante más bizarro y un tanto cruel. ¿Te animas a saber de qué se trata? Pues, ¡Acompáñanos!
Conoce el fenómeno de los sapos que explotan
Seguro que este titular ha llamado tu atención, y te garantizamos que lo que leerás te sorprenderá aún más. Presta atención a la historia:
Corría el año 2005. En el Bario de Alstona, en Hamburgo, eran aproximadamente las dos de la madrugada. Justo a esa hora, los habitantes de la zona empezaron a escuchar sonidos extraños. Era como una especie de disparos que sonaban en las cercanías de un estante de la zona.
Alarmados, los vecinos llegaron hasta el lugar. En la orilla de la charca, se encontraron con algo que no podían creer. Los sapos alrededor del estanque se hinchaban más y más, hasta llegar al triple de su tamaño. Luego de estirar su cuerpo lo más posible, terminaban estallando.
El extrañísimo fenómeno de los sapos que estallan no fue aislado ni esa única vez. De hecho, duro varios días. Al final del cruel episodio, quedaron hasta mil cuerpos de sapos sin vida flotando en el agua. La noticia del macabro espectáculo llegó rápidamente a la prensa que bautizó el estanque con el nombre de «Estanque de la muerte».
Ahora bien, la explicación a este fenómeno tubo de cabeza a los habitantes de la zona, e incluso algunos expertos se acercaron, para tratar de encontrar el origen de lo sucedido con los sapos que explotan. Veamos algunas de las principales hipótesis que lo explican.
Las posibles causas del fenómeno
El fenómeno de los sapos que explotan conmocionó a los expertos. La primera acción que se tomó fue realizar una serie de pruebas para comprobar la calidad del agua. Los resultados determinaron que no estaba contaminada y que las ranas no padecían ninguna enfermedad.
Se especuló además sobre la posibilidad de que los sapos que explotan hubieran contraído un virus a partir de las heces de los caballos que pasaban por una carretera cercana. Incluso, se habló de suicidios con el objetivo de controlar la superpoblación de la propia especie en la zona.
Ninguna de estas hipótesis fue acertada y parecía imposible llegar a comprender las causas de unas muertes tan poco naturales de los sapos que explotan. Se mantuvo la incertidumbre hasta que un experto en anfibios solucionó el misterio.
La explicación al fenómeno
El fenómeno de los sapos que explotan estuvo sin resolución, hasta que el Doctor Frank Mutchsmann —especialista en anfibios— se dedicó a investigar los cuerpos de los sapos y se fijó en que tenían dos características en común: todos tenían una herida circular en sus espaldas y les faltaba el hígado.
Tras varias comprobaciones, el Dr. Mutchsmann llegó a una conclusión: la forma de las incisiones coincidía con la del pico de un ave. El tipo de herida evidenciaba que no eran un hurón o un zorro quiénes habían atacado a los sapos, sino pájaros, en concreto, cuervos.
Según el Dr. Mutchsmann: «El fenómeno de los sapos que explotan es claramente obra de los cuervos, los cuales son suficientemente inteligentes como para saber que la piel del sapo es tóxica y decidir que el hígado es la única parte de la que merece la pena alimentarse».
Al parecer, el sapo no se percata de que le están atacando hasta que no le han extraído el hígado. Una vez ocurre esto, se hincha usando su mecanismo de defensa natural. Pero como no tiene hígado —ni costillas o diafragma— que sostenga los órganos entre sí, los pulmones se hinchan de forma desproporcionada y estallan, lanzando despedidos el resto de partes del cuerpo.
El Dr. Mutschmann teorizó que posiblemente los cuervos atacaron a los sapos durante el apareamiento de estos y por eso no se percataron de la agresión hasta que fue demasiado tarde. Una vez uno de los cuervos descubrió como atacar a los sapos sin envenenarse, el resto aprendieron mediante la observación. Un comportamiento que demuestra una capacidad de razonamiento asombrosa, aunque a la vez, en este caso, bastante inquietante.
En cualquier caso, cabe añadir que el Dr. Mutchsmann aseguró que el ataque no debió resultar demasiado doloroso y que no hay que culpar a los cuervos, al fin y al cabo «es parte de la naturaleza».
En definitiva, el misterio de los sapos que explotan fue resuelto de forma satisfactoria. Y aunque no se ha repetido, no hay nada que garantice que en algún lugar del mundo, volvamos a ver a estos anfibios volando en pedazos. Al fin y al cabo, la naturaleza está llena de misterios y de caprichos.
Y tú, ¿Conocías el fenómeno de los sapos que explotan? Si este tema ha llamado tu atención y te gusta conocer los misterios de la naturaleza, quizá te interese conocer la historia de los aterradores escorpiones gigantes. ¡Hasta la próxima!