A lo largo de la historia de la humanidad se han perdido infinidad de obras de arte, escritos, tesoros, artefactos, edificios e incluso ciudades y, de vez en cuando nos sorprende la noticia de que alguna de estas cosas que se creían perdidas para siempre, han aparecido. Cuando se trata de un manuscrito en el que se descubre la huella de otro anterior se llama palimpsesto. Acompáñanos a descubrir los increíbles secretos escondidos tras los palimpsestos.
Los secretos tras los palimpsestos
La palabra palimpsesto proviene del griego y significa «grabado de nuevo» y se refiere a aquel manuscrito que conserva las huellas en su superficie física de una escritura anterior, que ha sido borrada para poder escribir en ella lo que vemos actualmente a simple vista. Este trabajo de borrado y reescritura se realizó con frecuencia a partir del siglo VII a fin de reutilizar el caro pergamino o vitela sobre el que se escribía. Se borraba con pumita (piedra pómez) y se volvía a escribir, pero siempre quedaba algún resto de lo anterior.
Dese el siglo XIX, eruditos y filólogos, siguiendo diversos métodos han conseguido restaurar varios escritos que se creían perdidos para siempre. Los métodos actuales son infinitamente mejores y no dañan los manuscritos. Entre los secretos escondidos tras los palimpsestos destacan algunos como:
–El «Tratado sobre el infinito» de Arquímedes
En 2011 se descubrió un palimpsesto que impactaría a todos los matemáticos. Se encontró una obra de Arquímedes que se creía perdida: «Tratado sobre el Infinito». Estaba escondida bajo un libro de oraciones del siglo XIII que fue tratado con rayos X.
El valor de esta obra es que muestra que Arquímedes ya pensó en el concepto de infinito 2.000 años antes de que nadie más lo hiciera y un tratado sobre la combinatoria, base de todo el cálculo de probabilidades actual.
–El Palimpsesto doble del Museo Británico
Este interesante palimpsesto doble se conserva en el Museo Británico y contiene un texto de San Juan Crisóstomo escrito en idioma siríaco entre los siglos IX y X, que cubre un tratado de gramática latina del siglo VI, que sorprendentemente esconde bajo su letra cursiva los anales del escritor latino Granius Licinianus transcritos en el siglo V.
–«De republica» de Cicerón
Es la única copia que ha sobrevivido, es del siglo IV y estaba cubierta por una obra de San Agustín sobre los Salmos del siglo VII. Fue descubierta en 1819 por el prefecto de la Biblioteca Vaticana, Ángelo Mai que tuvo una inmensa alegría al encontrar esta obra que se creía perdida para siempre. Actualmente se conserva en la misma Biblioteca Vaticana.
–El Códex Dublinensis
Se trata de una copia en griego del Evangelio de San Mateo datada en el siglo VI. Está escrita con letra uncial (en mayúsculas) y apareció bajo unas reflexiones teológicas de Juan Crisóstomo, escritas en minúscula. Se conserva en el Trinity College de Dublin.
Otro curioso lugar en el que se han descubierto importantes obras literarias o eruditas que se creían desaparecidas es en las tapas y los lomos de los libros. En Supercurioso os hablamos de este interesante tema en el artículo: Lo que ocultan muchos libros antiguos en su lomo. Si te interesan los post sobre descubrimientos curiosos, os invitamos a leer:
-Descubierto un Mecanismo de Defensa en la Gran Pirámide de Guiza