Ser hijo único tiene mala reputación. Nunca han tenido que participar en rituales como luchar por el afecto de sus padres o compartir lo que tienen con otros hermanos, por lo que se supone que terminan por convertirse en adultos extraños, egocéntricos que no suelen implicarse en las relaciones románticas, ni saben perder. Pero, ¿de dónde sale toda esta mala fama sobre los hijos únicos? Y, ¿qué dice la ciencia sobre ser hijo único?

Qué significa ser hijo único según la ciencia

Históricamente, los prejuicios contra los hijos únicos, vienen de la cultura agraria, donde el hecho de tener más hijos significaba disponer de más ayuda en la granja; pero en la era post-industrial, los prejuicios contra los hijos únicos se iniciaron con Granville Stanley Hall, el primer presidente de la Asociación Americana de Psicología, quien a partir de su propia experiencia creciendo con muchos hermanos, hiló la teoría que sostiene que «Ser hijo único es una enfermedad en sí misma». Así nacieron un millón de estereotipos que enmarcaban a los hijos únicos como vanidosos, trabajadores insubordinados y adultos que todavía duermen con animales de peluche.

Pero los hechos nunca se han constatado más alla de los mitos. ¿Cuál es entonces la realidad sobre los hijos únicos? La ciencia tiene al parecer algo que decir al respecto.

1. Tienen un Coeficiente Intelectual más alto

Según un estudio que se realizó durante 20 años a estudiantes de secundaria, los hijos únicos tenían de media un CI más alto en promedio con los niños con hermanos.

2. Tienen más confianza en sí mismos

En ese mismo estudio a estudiantes de secundaria, se encontró que tenían un «índice de confianza» superior en sí mismos que los otros estudiantes que tenían que compartir su vida con más hermanos.

3. Tienen tantos amigos como los niños con hermanos

Aunque se ha dicho que los hijos únicos suelen ser más solitarios y que tienen problemas al compartir su tiempo con otros; un estudio de la Universidad Estatal de Ohio que se realizó a 13.000 niños en edad escolar descubrió que los hijos únicos tienen la misma cantidad de amigos que los que tienen hermanos.

4. De niños, son más felices que los niños con hermanos

Un estudio realizado en 2010 por el Instituto de Investigación Social y Económico examinó 2500 niños, y descubrió que, de media, los hijos únicos son más felices que los niños con hermanos.

Qué significa ser hijo único según la ciencia

Aún más interesante, se encontró que la felicidad de los niños se correlaciona negativamente con el número de hermanos que tenían. Tal vez porque la mitad de los niños encuestados habían informado ser acosados por sus hermanos.

5. Son más propensos al divorcio

No hemos dicho que todo fuera bueno, ¿verdad? Un estudio de 2013 realizado por la Universidad Estatal de Ohio permitió llegar a la conclusión de que los hijos únicos tenían más probabilidades de divorciarse que los hijos de familias más grandes. Con cada hermano adicional se disminuye la probabilidad de que una persona se divorcie. ¡Muy curioso!

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Imagen: Los Simpson y Juego de Tronos