La profesión de sexador de pollos te la presentamos previamente entre los trabajos más extraños del mundo. No obstante, no se trata de un trabajo únicamente curioso y que, sinceramente, nos arranca una risita, aunque parezca increíble quienes se dedican a ello tienen habilidades que hasta la ciencia intenta descifrar. ¡Ahondemos en el tema!

Habilidoso sexador de pollos

A nivel económico y alimenticio hay una gran diferencia entre los pollos y las gallinas. Mientras ellas ponen huevos, los pollos no lo hacen y, si están contacto con las hembras, resultan molestos. Por lo que al salir del huevo los pollitos, es necesario diferenciar cuáles son machos de cuáles son hembras para separarlos.

pollitos caja

¿La dificultad? Es realmente complicado discernir entre pollos y gallinas cuando son tan jóvenes y, de hecho, hasta hace menos de un siglo era prácticamente imposible. Aquí es donde se encuentra la importancia del sexador de pollos.

¿Cuándo apareció esta profesión?

En los años 20, en Japón, unos veterinarios se dieron cuenta de que en una parte del recto de los pollitos había unos pliegues que eran distintos entre un tipo de pollito y otros. Resultaban claves para diferenciar hembras y machos.

pollito serio

No obstante, estas marcas no son fáciles de interpretar, por lo que tras el Congreso Mundial de Avicultura realizado en Ottawa siete años después (1927) se creó una nueva profesión: sexador de pollos. Estos expertos se adiestrarían durante años para convertirse en profesionales capaces de diferenciar pollito hembra de uno macho, ahorrando tiempo y dinero a las empresas para las que trabajaban. De ahí que el sueldo de estos trabajadores sea tan cuantioso: son expertos y además su función es básica para las empresas avicultoras.

La dura formación del sexador de pollos

Al parecer, convertirse en sexador de pollos no es nada fácil. Además de una tremenda destreza a la hora de tratar con los pollos sin lastimarlos, se requiere de una memoria prodigiosa ya que hay que aprender mil disposiciones cloacales distintas (los pliegues y bultos de los que hablábamos anteriormente) y saber reconocerlos.

estudiar duro

Según Joshua Foer, periodista científico y autor de » Moonwalking with Einstein: The Art and Science of Remembering Everything» (Los desafíos de la memoria), la Escuela de Sexadores de Pollos Zen Nippon era un centro de una exigencia altísima en el que sólo del 5% al 10% de los alumnos aprobaban su formación de dos años. Eso sí, cuando te graduabas te asegurabas recibir con tu trabajo 500$ al día. Nada mal, ¿verdad? Poco a poco, estos profesionales fueron recorriendo el planeta y haciendo llegar su conocimiento a nuevos sexadores de todo el mundo.

Un misterio para la ciencia

Incluso a los científicos les cuesta explicar cómo puede un sexador llegar a diferenciar el sexo de 1200 pollos en una hora, acertando entre el 98% y el 99% de las veces. Tratándose de una tarea tan difícil realizarla a esta velocidad implica también un talento, una intuición que es difícil de justificar.

Resulta francamente sorprendente que una profesión alrededor de la que se han hecho tantos chistes requiera de unas habilidades tan concretas y resulte tan importante empresarialmente. ¿Te ha parecido curioso a ti? ¿Te lo esperabas?

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