Cuando imaginamos una misión a otro planeta lo primero que se nos viene a la mente inmediatamente es un extraterrestre, luego qué aspecto tendrá, qué capacidades tendrá… más o menos que las nuestras. En un segundo plano queda el entorno y características del planeta o estrella, etc. En cambio para los científicos el orden es quizás inverso, primero el planeta y sus recursos y luego los habitantes. Pero en todo esto, ¿dónde quedamos nosotros? ¿Somos simples espectadores o podríamos desarrollarnos en todos los niveles, incluso en el sexual? ¿Podrían tener sexo los astronautas?
¿Tienen sexo los astronautas en el espacio? ¿Se puede?
Lo cierto que este es un tema tabú, algo de lo que nadie habla, cuando se preparan las misiones los astronautas están tan concentrados en el objetivo de la misión que todo lo demás queda en un segundo o tercer plano. Incluso las necesidades fisiológicas como el sexo.
Según los estudios realizados acerca del comportamiento del cuerpo humano bajo gravedad cero, se ha podido observar un descenso en los niveles de testosterona, lo que explicaría el porqué sea tan fácil que los astronautas dejen aparcada su sexualidad durante la duración de la misión.
Otra reacción que experimenta el cuerpo es la reducción del músculo del corazón, esto se debe entre otras cosas, a que en gravedad cero los líquidos se distribuyen mejor por lo que los astronautas sí que han experimentado el denominado efecto viagra.
Pero estos no son los únicos cambios que se dan cuando nos sometemos a la ingravidez, pues a nivel físico las personas resultan más atractivas, la piel se vuelve como más luminosa y sonrosada, los labios se tornan más voluminosos al igual que los pechos que también crecen, pues no se ven afectados por la gravedad y así su aspecto es mucho más exultante. Así que, se podría decir que la gravedad 0 favorece. Todo estas condiciones deberían hacer más posible la atracción sexual y, por tanto, un contacto íntimo entre los astronautas.
¡Hasta el momento todo son pros! Parece que a nivel fisiológico podría ser viable el acto sexual en el espacio. Y así sería si no fuera por la ingravidez.
Curiosamente, si por un lado el no tener gravedad mejora algunas prestaciones, por otro dificulta la unión. ¿Cómo? Se debe a la Tercera Ley de Newton o principio de acción reacción, por la que a cada acción siempre provoca una reacción igual en sentido contrario. Es el principio que se da para mantenernos estáticos en una posición. Esto no es posible sin la gravedad porque los cuerpos fluctúan sin control lo que hace practicamente imposible dominar los propios movimientos para mantenerse unidos.
Para resolver este impedimento se han hecho varias propuestas: un traje para dos que con un sistema de velcros tendría unidos a los amantes con las partes interesantes descubiertas. Otra propuesta es la del túnel del amor una especie de manguera desplegable con el espacio justo para que la pareja pueda estar dentro y moverse en libertad, esta propuesta ofrecería también un poco de intimidad.
En cualquier caso, parece aunque sí es posible, tendría que trabajarse en conseguir un espacio especial para que los astronautas pudieran «hacerlo» en gravedad 0, sin problemas, dedicándole un tiempo a su investigación y creación. ¿Crees que merece la pena?
¿Cuál de las soluciones mencionadas te parece más conveniente? Cuéntanoslo.
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Imágenes: Steve Boxall, The Expanse (Portada – Serie TV)