Hasta ahora la tecnología, que ha hecho cosas maravillosas, no ha podido igualar el funcionamiento ni la perfección del más pequeño de nuestros órganos. En Supercurioso te traemos los datos más curiosos de la vista humana.
¿Cuántos megapíxeles tendría el ojo humano si fuera una cámara?
Respondiendo a la pregunta, nuestros ojos tendrían alrededor de 576 megapíxeles. Nada mal, ¿no es así? No hay ninguna cámara fotográfica hecha por el ser humano que remotamente se acerque a esta cantidad.
No hay un sentido más importante que otro, pero ciertamente el de la vista es el que nos coloca en el mundo, el que nos otorga la dimensionalidad espacial y nos permite asimilar los conceptos de profundidad, ancho y largo, o sea, los tres pilares de la tercera dimensión en la que vivimos.
El espectro del color
Cuando los humanos tenemos una visión 20/20, es decir, excelente, somos capaces de distinguir unos 10 millones de colores distintos, dentro de la extensa gama de colores que nos ofrece la naturaleza, desde los más oscuros hasta los más claros.
Más curioso todavía es el hecho de que algunas mujeres presentan una mutación genética en los ojos que les permite diferenciar varios millones más de colores que nuestros usuales 10.
Otro dato curioso es que las personas que tienen ojos claros parecen tener una tolerancia mucho mayor al alcohol que las de ojos oscuros. Una explicación que quizá dé ideas del porqué: estudiando la genética de los indígenas americanos, algunos científicos se dieron cuenta de que los europeos tienen un gen que les permite procesar de mejor manera el alcohol y, aunque no signifique que no haya inmensos niveles de alcoholismo en los provenientes de Europa, sí indica que éstos aguantan más cuando beben que el resto. Lo cual, por extensión, corrobora lo de los ojos claros.
Y siguiendo con la línea genética, quienes tienen los ojos azules vienen de un único ancestro que vivió, según se calcula, hace unos 10.000 años en una región próxima al Mar Negro. Un dato más que confirma la teoría supercuriosa de que todos provenimos de un puñado de homo sapiens de hace 150.000 años.
Y cuando cerramos los ojos…
No sólo por la noche, cuando dormimos, o meditamos, o escuchamos música, o hacemos el amor, en nuestra vida mantenemos los ojos cerrados un 10% del día solamente parpadeando. Si no parpadeáramos, nuestros ojos se secarían y sufriríamos de incontables enfermedades e infecciones oculares, algo que no le ocurre al pez dorado, cuyos ojos no tienen párpados y por eso nunca se cierran.
Los nuestros necesitan lubricarse con el punto lagrimal, que se activa al parpadear.
Y si los ojos del pez dorado no tienen párpados, ¿a que no adivináis quién tiene los suyos más grandes que su propio cerebro? Pues el avestruz, aunque es un animal hermoso y sorprendente, no es de los más listos.
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