Las mujeres padecen la menstruación durante aproximadamente 35 años de su vida. Hoy en día la contención del flujo menstrual es fácil gracias a los múltiples artículos de higiene de podemos encontrar en cualquier farmacia o supermercado. Pero, ¿cómo resolvían ese problema antiguamente? En Supercuriosos tratamos ese tema de manera general en el artículo: La menstruación en el pasado. ¿Qué hacían para contenerla? En esta ocasión queremos acercarnos a los Tampones a lo largo de la historia. ¿Sabías que las egipcias ya los usaban?
Tampones en la historia
En Supercurioso os hablamos en el artículo Ginecología y Obstetricia en el Antiguo Egipto del documento médico más antiguo que se conserva: el llamados «Papiro de Eber» y es en este interesante tratado médico en el que encontramos, por primera vez en la historia, mencionado el uso de los tampones. Las mujeres egipcias de clase alta, 1.500 años a.C., los fabricaban con papiro ablandado, lo mismo que asirias y babilonias. Las féminas de clases sociales con menos recursos utilizaban caña acuática suavizada para fabricar tampones.
Hipócrates, el médico griego, 500 años a.C. fomentó el uso de un mecanismo de su invención muy parecido al tampón. Éste estaba confeccionado con gasa de hilo que se enrollaba alrededor de un pequeño fragmento de madera ligera. En la Antigua Roma, antes y después de nuestra era, las mujeres utilizaban lana para confeccionarse tampones.
La primera «fábrica» de tampones de la historia puede considerarse que estuvo situada en la península de Crimea durante el siglo VI. Los griegos que habitaban en ese lugar fabricaban y surtían a las mujeres ricas del Imperio Bizantino de un artículo de higiene hecho con la mejor de las lanas, que se peinaba y enrollaba de una manera especial para servir como tampón menstrual.
Como en cada lugar del mundo se disponía de materiales diferentes, según las zonas, los tampones se confeccionaron con lo que las mujeres tenían a mano. Así, en Japón se fabricaban con papel y las mujeres los mantenían en su lugar con una especie de vendaje. En Hawai se hicieron con la parte afelpada de un helecho que crece en las islas llamado Hapu’u. En Indonesia se confeccionaban con fibras vegetales y en el África ecuatorial utilizan unos rollitos hechos con hierbas especiales.
Durante la Edad Media, el Renacimiento y hasta el siglo XIX, los médicos utilizaban tampones de algodón, pero únicamente para aplicar antisépticos o cortar hemorragias uterinas. A finales del siglo XIX y principios del XX, por cuestiones morales, la utilización de cualquier tipo de tampon estaba mal visto y únicamente los usaban bailarinas y actrices que los fabricaban de manera casera con algodón.
En 1933, Gertrude Schulte Tenderich compró al Dr. Earle Haas su patente del primer tampón con aplicador, el Tampax, y lo fabricó y comercializó por todo EE.UU. Unos años después otro médico, el Dr. Hahn, inventó el tampón llamado «digital» que se vende sin aplicador y Johnson & Johnson le compró la idea y lo lanzó al mercado. A partir de ese momento y especialmente tras la Segunda Guerra Mundial empezaron a llegar a mujeres de todo el mundo facilitando su vida de manera considerable. ¿Qué opinas del invento?
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Imágenes: Forest & Kim Starr, Original file