Muchos textos apócrifos buscan enviar el mensaje de respeto y temor a Dios, así como que debemos amarnos los unos a los otros, pero entre parábolas de pescadores y leprosos también hay historias crudas llenas de destrucción. La Iglesia decidió no incluir entre sus textos seleccionados que aparecen en en el Antiguo y el Nuevo Testamento, tomados como referencia, muchos relatos que eran tan fuertes que debían ser censurados. Descúbrelos.
Textos apócrifos que la Iglesia omitió de la Biblia por ser tan impactantes
1. La vagina de María quema la mano de una partera
Si un Papa no hubiera mantenido el «Protoevangelio de Santiago» fuera del Nuevo Testamento, las escenas de la natividad hubieran sido muy diferentes. Esta pieza de apócrifa fue escrita alrededor del año 150 y cuenta la historia de cómo después de que María rompiera aguas, José busca una partera. Sin embargo, la partera es innecesaria, ya que Jesús nace con un destello de luz, apareciendo en los brazos de María.
La partera se va y le explica a otra mujer llamada Salomé lo suciedido. Incrédula, Salomé decide poner a prueba la veracidad de la historia. María se deja inspeccionar, pero en cuanto Salomé toca la vagina de María, exclama: «¡Ay de mi maldad y de la incredulidad que me hizo probar al Dios viviente! Mira, mi mano se está cayendo de mí y está siendo consumida en el fuego».
Afortunadamente, aparece un ángel y le dice a Salomé que toque al Niño Jesús para ser sanada.
El Papa Inocencio I eliminó esta historia de los textos sagrados en el año 405. Más tarde, Tomás de Aquino pensó que debería descartarse por completo porque algunas partes eran groseras y ofensivas, específicamente la sugerencia de que una partera estaba involucrada en el nacimiento de Cristo.
2. Dios tuvo que inundar la tierra para matar a los gigantes que la devastaban
Todos conocen la historia bíblica de Noé: enojado con la humanidad por su maldad, Dios decide inundar la tierra, pero advierte a Noé de sus intenciones para que pueda salvar a los animales. Así que Noé construye un arca y la llena con su familia y una pareja de cada especie animal para repoblar la Tierra después de la ira de Dios.
Los lectores atentos, sin embargo, pueden notar que en el Libro del Génesis, la historia comienza con un pasaje bastante extraño acerca de «los hijos de Dios» sintiendo atracción hacia «las hijas de los hombres» y embarazándolas. ¿De qué va todo esto? La respuesta está en otro de los textos apócrifos descartados. En concreto, en el Libro de Enoc, del siglo II a.C. Según Enoc, los «hijos de Dios» eran un tipo de ángel conocido como «Vigilantes» que se cansaron de vigilar y decidieron escabullirse a la Tierra y tener relaciones con algunas mujeres humanas. Estas mujeres dieron a luz a una raza de medio ángeles gigantes.
Los gigantes mitad ángeles aterrorizaron la Tierra, exigiendo toda la comida que los humanos podían producir. Cuando lo que ofrecieron no fue suficiente, pasaron a comerse entre sí. En este punto, los arcángeles finalmente miraron hacia la Tierra, detectaron el holocausto caníbal sin control que se estaba produciendo y pidieron a Dios que lo resolviera.
Después de obligar a los Vigilantes a observar cómo sus hijos se mataban o se ahogaban, fueron encarcelados en las profundidades de la Tierra.
3. Vamos a tener que alimentarnos de monstruos en el fin del mundo
En el libro de Job, Dios da un discurso donde destaca sus increíbles creaciones. Después de nombrar a las criaturas en el reino animal, menciona otras creaciones no tan hermosas.
Primero está el Behemoth, una criatura masiva y temible. Luego el pasaje pasa inmediatamente a describir al monstruo marino Leviatán, un dragón maldito que escupe llamas y humo de su boca.
Según el Apocalipsis de Baruch, una obra apócrifa del siglo I, Behemoth y Leviatán se están escondiendo y volverán cuando llegue el fin del mundo.
Baruch afirma que el Apocalipsis verá a la humanidad enfrentar 12 terribles tormentos, uno después del otro. Estos incluirán terremotos, hambruna, fuego que llueve del cielo y una invasión de un ejército de demonios y espectros.
También dice que cualquiera que sobreviva tendrá un festín, ya que el Leviatán se arrastrará fuera del mar y el Behemoth emergerá de su escondite, y las personas restantes se alimentarán con su carne.
Obviamente, ya que esta historia no nos suena, fue descartada de los textos sagrados seleccionados.
¿Qué te parecen estos textos apócrifos tan extraños? ¿Los conocías? ¿Qué opinas de que los descartasen?
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Imágenes: Wikimedia Commons