Un grupo de científicos chinos ha estudiado con profundidad un material que durante siglos ha sido empleado para la realización de pinturas monocromáticas, representativas en el arte y la cultura asiática.
Antes de que esta investigación tuviera lugar, era insospechable que tal sustancia glutinosa pudiese convertirse en aquello por lo que la ciencia médica ha estado batallando por décadas. Pues, según sugieren las pruebas recientes, cabe la posibilidad que entre su composición se encuentre la fórmula para desarrollar un antídoto que sea útil en la búsqueda de cura para el cáncer. Hablamos de la tinta china tradicional.
La tinta china tradicional, ¿la cura para el cáncer?
Fue en la tinta china tradicional llamada Hu-Kaiwen, conocida también como ‘tinta Hu’ o ‘Hu-Ink’, que los científicos de la Universidad Fudan de Shanghai dieron con el descubrimiento.
El interés por el pigmento hecho con tinta de calamar, carbón, raíces de plantas y aceites vegetales, surgió después de que los investigadores encontrasen similitudes en su composición respecto a los nanomateriales artificiales empleados para las terapias fototérmicas (un uso experimental de la radiación electromagnética).
De esta manera, lo que comenzó siendo una sospecha, resultó que en las pruebas de laboratorio fue también capaz de matar células cancerosas. Así como lo hacen las sustancias manipuladas en las terapias fototérmicas contra el cáncer, donde se inyectan nanomateriales en las tumoraciones malignas, y continuamente, con el uso del láser, se ejerce calor a fin de eliminarlas.
Antes de hacerlo con la tinta china tradicional, los especialistas habrían estado experimentando con otros materiales para sustituir a los aplicados en este tratamiento emergente por otros más efectivos y amigables para el organismo. Entre ellos, probaron con ingeniería de nanotubos de carbono y grafeno, los cuales fueron descartados por ser tóxicos y complejos de fabricar, además, costosos.
Pero con la ‘tinta-Hu’ el panorama es prometedor. Durante las pruebas de laboratorio realizadas a ratones, notaron que el color oscuro la vuelve óptima para la absorción de la luz y el calor del láser. Y no solo esto, al mismo tiempo mostró mayor eficacia a comparación con los nanomateriales artificiales usados en las terapias fototérmicas, en cuanto a la erradicación de células cancerígenas, al incrementar la concentración de tinta Hu.
Lo que la vuelve mucho más atractiva para su aplicación en los tratamientos dirigidos a la cura para el cáncer, es que está hecha con ingredientes naturales, por lo que su elaboración no es costosa. Por otra parte, es biocompatible con las células humanas, no es tóxica y tampoco produjo efectos secundarios significativos en los roedores.
Económica, natural y sin efectos secundarios, ¿suena lo suficientemente bien la tinta china tradicional para comenzar a ser tomada en cuenta en la cura para el cáncer? El equipo de científicos chinos continúa con los estudios concentrados en animales, pero no desestiman que pronto sea probada en humanos.
Tal vez sea un material extraño de asociar en este tipo de tratamientos, pero los científicos están convencidos de que la tinta china se convierta en la salvación de miles de personas que esperan recuperar la salud con nuevos y mejores descubrimientos médicos. ¿Qué opinas?
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