La clave para tratar efectivamente a pacientes con cáncer podría estar en los cordones umbilicales que tienen los bebés al nacer, según un estudio científico, puesto que estos contienen algo muy valioso. Se trata de las células madre hematopoyéticas. Descubre cómo pueden ser utilizadas para curar una de las enfermedades más agresivas conocidas.

Los cordones umbilicales podrían ser la salvación de enfermos de cáncer

Las células madre son las células hematopoyéticas inmaduras que se encuentran en la sangre y la médula ósea de todos. Tienen un trabajo importante. Se convierten en los glóbulos rojos o blancos y las plaquetas que tu cuerpo necesita para mantenerse saludable. No obstante, en los pacientes con una enfermedad de la médula ósea, como la leucemia, el proceso no funciona correctamente.

Un trasplante de médula ósea suele ser la mejor oportunidad de supervivencia y una posible cura, y la sangre del cordón umbilical ofrece una fuente potencial del tejido de reemplazo necesario para el trasplante. Cuando se usa, esto puede ser llamado un trasplante de sangre de cordón umbilical. Este, aunque suene nuevo, no es un proceso raro, pues más de 25.000 trasplantes con sangre de cordón umbilical han tenido lugar en todo el mundo.

Lo que es aún más destacable es que la sangre del cordón umbilical es fácil de donar. Normalmente, el cordón umbilical, la placenta y cualquier sangre que aún se encuentra en el cordón se tiran después del nacimiento del bebé. Así que el proceso de la donación de sangre de cordón umbilical no solamente es un procedimiento indoloro y seguro para la madre y el bebé, sino que además se aprovecha algo que en otras circunstancias ni siquiera se valoraría.

cordón umbilical bebe

¿Cómo se realiza? Tras el nacimiento del bebé, el médico sólo debe efectuar dos pasos: cortar y sujetar el cordón umbilical y recoger de 0,09 litros a 0,27 litros de sangre (aproximadamente ½ taza) del cordón umbilical y de la placenta. Todo el proceso no lleva más de 5 minutos.

¿Y si una mujer quiere hacerse donante? Para donar, la madre debe hablar con su obstetra y contactar al banco de sangre de su hospital antes de la 34ª semana de embarazo, o contactar con organizaciones de sin fines de lucro que trabajan con este tipo de procedimientos.

Asimismo, debe someterse a una serie de chequeos de salud muy simples y tendrá que dar su consentimiento al banco de sangre del cordón umbilical, para donar y almacenar la sangre del mismo. El almacenamiento privado también es una posibilidad, lo que significa que sólo está disponible para su uso a cambio de un precio.

La sangre obtenida es posteriormente analizada para descubrir el tipo de antígeno leucocitario humano (HLA). La combinación especial de proteínas HLA hace que la sangre de cada persona sea un «tipo de tejido» único. La médula ósea combinada con HLA es menos probable que cause un posible efecto secundario del trasplante denominado enfermedad de injerto contra huésped (GVHD). El GVHD hace que las células inmunitarias en el tejido trasplantado reconozcan el cuerpo del receptor como «extraño» y lo ataquen.

Cuando van a tratar a un paciente con leucemia, los médicos buscan en el registro de donantes en nombre de sus pacientes que necesitan un trasplante. En 2016, alrededor de 14,000 personas – desde niños muy pequeños hasta adultos mayores – en los Estados Unidos necesitaban encontrar un donante para su trasplante de médula ósea fuera de su familia cercana.

¿Qué te parece esta práctica alrededor de los cordones umbilicales? Siendo relativamente sencilla, indolora y libre de riesgos, parece que valdría la pena darle una oportunidad. ¿No crees?

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Imágenes: sasint/maxlkt