Si estás familiarizado con la historia de la ciudad de México, es probable que recuerdes su origen en Tenochtitlan, la ciudad construida por los mexicas que tuvo un funesto desenlace tras ser la cuna de grandes avances científicos y artísticos de sus habitantes. A pesar de la importancia que aún tiene para la historia, existe un lugar que se le asemeja en múltiples aspectos y que muy poca gente reconoce con la misma jerarquía de Tenochtitlán. Esta es la región denominada Tlatelolco. En ambos lugares se llevaron a cabo las más fieras batallas, no obstante, en Tlatelolco, pocos sabrían que la historia se repetiría “marcando” el lugar como una zona caracterizada por la tragedia.
Algunos datos sobre Tlatelolco
Es fundado cerca del año 1337, tiempo después de la creación de Tenochtitlan. Su nombre ha variado conforme su crecimiento y desarrollo se fue dando. Proveniente del náhuatl se le conocía como: “Tlatelli” (terraza) o “Xaltilolli” (punto arenoso) e incluso “Xaltelulli” (montículo de arena).
Tlatelolco es una zona ubicada en las cercanías del centro histórico de la Ciudad de México. Su origen conlleva cierta confusión, ya que se dice que surge a partir de la repartición de tierras por parte de los mexicas al formar Tenochtitlan. Estos dividieron las tierras en cuatro sectores denominados Cuepopan, Moyotlan, Zoquiapan y Atzacualco.
Comandados por el dios Huitzilopochtli, la población se dispersó y comenzó a cultivarse por todas aquellas zonas. Sin embargo, un grupo inconforme con la repartición que se le otorgó, partió hacia otras tierras encontrando en Tlatelolco su asentamiento, que en un futuro se convertiría en la mayor sede de recursos mercantiles de la época prehispánica. Si bien, Tenochtitlan es reconocida por su poder económico, militar y político, es necesario reconocer que Tlatelolco se equipara en poder con respecto al comercio.
En el año de 1515 se nombró como gobernante de Tlatelolco a Cuauhtémoc. Tras la muerte del tlatoani de Tenochtitlan, Moctezuma Xocoyotzin durante la invasión de Hernán Cortés, Cuauhtémoc fue nombrado gobernante de las dos ciudades resistiendo por 80 días para, posteriormente, resultar capturado por la compañía española.
La caída de Tlatelolco implicaba el fin del imperio mesoamericano, dando paso a la época de la conquista.
La plaza de las tres culturas
Se le denomina así a un segmento de lo que antes era la Ciudad de Tlatelolco.
En este se encuentran repartidas ruinas y edificios de cada una de las épocas que desfilaron sobre este territorio: Cultura prehispánica (por los restos de las pirámides antes erigidas), Cultura Española (Con el templo de Santiago Tlatelolco, fundando por españoles tras la conquista de México) y Cultura de México (con la torre de Tlatelolco).
Un territorio fundado sobre sangre
Como decíamos, Tlatelolco ha sido partícipe en diversas coincidencias que de una u otra forma lo relacionaban con actividades bélicas. Existen distintos periodos en los que algunos hechos marcaron este sitio de forma clara definiendo de cierto modo toda la cultura mexicana.
En la época prehispánica, a pesar de haber dividido el poder en diferentes sectores, los conflictos entre Tenochtitlan y Tlatelolco desembocaron en una feroz batalla en el año de 1473, resultando la subordinación del pueblo tlatelolca por parte del gobernante de Tenochtitlan: Axayacatl. En ese momento el pueblo se levantó en contra de su mismo pueblo, para posteriormente unir fuerzas sin que estas alcanzaran a combatir la imposición de la conquista de México.
Para el año de 1521, se efectúa en este lugar la última batalla que definiría la conquista del pueblo mexica, tras la detención de Cuauhtémoc y la caída del imperio.
En el año de 1811, el convento de Santiago Tlatelolco fue utilizado como prisión militar.
También en la época contemporánea…
Curiosamente en la época contemporánea, en el año 1967, se firma en este lugar el “Tratado de Tlatelolco” una disposición que declaraba a América Latina como una zona libre de armas nucleares.
Tras estos eventos, el 2 de Octubre del año de 1968 se lleva a cabo una segunda matanza, en esta ocasión un grupo masivo de estudiantes, profesores y demás protestantes que peleaban por los derechos estudiantiles mueren arrasados por las balas del ejército y la policía mexicana en la explanada de la Plaza de las tres culturas. Este hecho es conocido como una de las tragedias más grandes del México contemporáneo, ha significado la decadencia de este país así como de sus gobernantes, ya que esta matanza está estrictamente relacionada con el mandatario de aquella época, Gustavo Díaz Ordaz.
Por último, la muerte alcanza este lugar de nuevo durante el terremoto de 1985, cuando el edificio Nuevo León se derrumba acabando con las vidas de cientos de personas.
Sin duda, deben existir lugares en los que la historia haya creado un territorio testigo de muerte y desgracia. No obstante, la curiosidad que nos ocasiona conocer el porqué de estas terribles coincidencias permanece en nuestra mente.
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Imagen: Öskr Rck