En las guerras se cometen una gran cantidad de atrocidades que en muchas ocasiones no tienen relación directa con los combates, sino con algún tipo de guerra psicológica. La finalidad es amedrentar al enemigo e impedir que ataque de nuevo o que los civiles se animen a luchar. Se trata de destruir la moral del enemigo impidiéndole que obtenga una victoria militar. Acompáñanos a conocer la impactante historia de la Torre de las Calaveras de Nis.
La Torre de las Calaveras de Nis
La Cele Kula, Torre de las Calaveras o Torre de Čegar se encuentra en la población de Nis en Serbia y fue levantada por los otomanos para impedir el levantamiento de los serbios en 1809. Contenía casi 1.000 calaveras de militares serbios del siglo XIX.
A principios del siglo XIX, Serbia estaba ocupada por el Imperio Otomano. En 1804 empezaron los levantamientos rebeldes y en 1809 tuvo lugar la batalla de la Colina de Cegar. Los otomanos atacaron a 3.000 serbios rebeldes que luchaban a las órdenes de Stevan Sindelic. A pesar de sus esfuerzos el número de efectivos del ejército turco era mucho mayor y el 19 de mayo de 1809, cuando estaban a punto de aplastarlos, el líder serbio, sabedor de que si los capturaban serían empalados, decidió inmolarse junto con sus hombres.
Se escondieron en las trincheras y, cuando los soldados otomanos llegaron hasta ellos, el comandante Sindelic disparó al depósito de munición causando una gran explosión en la que murieron tanto los atacantes como los defensores. Finalizada la batalla, el visir de Nis, llamado Hurshid Pasha, mandó que fueran cortadas todas las cabezas de los hombres de Sindelic. Despellejadas y rellenadas fueron enviadas a Constantinopla al sultán otomano Mahmud II. Éste se las retornó al visir para que construyera con ella una torre que sirviera de aviso a la población serbia.
La torre de las calaveras era una advertencia de cómo acababan los rebeldes. Se construyó en el camino de Nis a Constantinopla y se incrustaron en ella 952 calaveras en 56 filas de 17 calaveras cada una de ellas. La torre tenía una altura de 4’5 metros. Con el paso de los años la Torre de las Calaveras se fue deteriorando y muchas familias recogieron los restos que creyeron eran de sus difuntos.
En 1878 se retiraron los otomanos y el gobierno local quiso restaurar la torre como monumento conmemorativo de los hechos ocurridos. Repusieron algunas calaveras y construyeron un baldaquín rematado con una cruz. En 1904 se empezó la construcción de una capilla alrededor de la Torre de las Calaveras y el lugar se convirtió en un centro de peregrinación. La capilla ha sido restaurada en varias ocasiones y actualmente tiene el título de «Monumento cultural de importancia excepcional». Conserva 54 de las calaveras originales y la que se cree perteneció a Stevan Sindelic está protegida con un cristal.
Los turcos tenían la costumbre de construir estas torres para amedrentar a la población de los países que invadían. Sin embargo, no fueron los únicos que realizaron actos semejantes. En Supercurioso os hablamos del Mimizuka, el monumento japonés que contiene 38.000 narices cercenadas. ¿Conocías la existencia de la Torre de las Calaveras? ¿Crees que la humanidad dejará alguna vez de lado la barbarie?
Imágenes: en:User:Nikola Smolenski, Djina