En los retratos de cualquier catástrofe podemos encontrar impactantes escenas de extremada dureza, desolación e incluso miedo. Es lo mismo que vemos en estas horribles fotos tomadas tras un incendio que arrasó con el afamado museo Madame Tussauds de Londres en el lejano 1925. ¿Quieres saber qué ocurrió?
Estas horribles imágenes se tomaron tras un incendio, pero no son lo que parece
Todos los museos tienen un no sé qué de misterio, quizás sean los enigmáticos objetos que se exponen, cada uno con un secreto, con una historia; igual nos cuentan fantásticas leyendas que tenebrosos sucesos de un pasado lejano. Y, por extraño que pueda parecer, es ésto último lo que más atrae, algo que la escultora Madame Tussauds, Marie Grosholtz, supo rentabilizar muy bien creando todo un imperio a través de sus museos que hoy podemos visitar en casi todas las ciudades más importantes del mundo.
Pero el primero de todos ellos, abierto en Londres en el año 1835, vivió un terrible incendio, prácticamente cien años más tarde de su apertura, que se originó en la planta superior del edificio provocando el desplome de casi toda la cubierta, con excepción de la gran cúpula situada en la parte más occidental del inmueble. Aunque fue muy difícil de sofocar, pues los bomberos no disponían de bocas de riego cercanas con las que hacer frente a las llamas, que se alimentaban constantemente de las piezas del museo, al final consiguieron hacerse con la situación y comenzaron las labores de rescate en el interior de aquel horno infernal en el que se había convertido el museo.
El rescate del museo dejó estas horribles imágenes en las aceras de Merylebone Road que, al contrario de lo que pueda parecer, no lamentó ningún herido. ¡Así es! Y es que en el museo de Madame Tussauds lo que se exhibían eran esculturas de cera de los personajes más célebres de todas las épocas, representadas con tanta naturalidad que rozaban la realidad. Un realismo tan sorprendente que consiguió mantenerse aún después de que fuera salvajemente atacado por las llamas. Diversificando la exhibición a un plano más siniestro, el que se puede contemplar tras un incendio. Como si una mano mágica hubiese logrado “reesculpir” las figuras para mostrar el horror y la tragedia.
Algo muy llamativo es que se repitan paradójicamente el horror y tragedia, los mismos sentimientos que lanzaron a la fama a su creadora, Madame Tussauds, quien comenzó su carrera realizando las máscaras de la muerte. Durante la Revolución Francesa Madame Tussauds y su madre fueron encarceladas y para demostrar su lealtad a la Revolución fueron obligada a sacar moldes de las cabezas guillotinadas de los nobles y hasta del rey Luis XVI y Maria Antonieta para crear los macabros trofeos de la Revolución. Trofeos que casi milagrosamente sobrevivieron a las llamas.
Espero que la historia como las imágenes te hayan sorprendido tanto como a mi compartela con tus amigos y escribidnos vuestras opiniones.