Antes del siglo XV los instrumentos de tortura eran variados y sádicos; pero no fue sino hasta que apareció la doncella de hierro que se pudo demostrar a la gente que aún había múltiples opciones de tortura… Unas mucho más monstruosas y violentas; permitirían crear un dolor tan intenso que cualquiera rogaría por morir. En Supercurioso poco a poco le hemos seguido el rastro a los peores castigos de la historia, es por este motivo que queremos contarte la extraordinaria historia de la doncella de hierro y su tétrica acción. ¡Acompáñanos!

La escalofriante doncella de hierro, el terror de Alemaniasupercurioso

Para dar comienzo a nuestra historia, vale la pena mencionar que la doncella de hierro no tuvo como propósito principal aniquilar a su víctima, para nada. En cambio, prefería hacerlos sufrir de dolor cercenando cualquier parte sensible del cuerpo.

Vamos a ver, la historia de este mítico instrumento de tortura tiene origen en el siglo XVI en la bella ciudad medieval de Núremberg, en Alemania. Cuenta la leyenda que en 1515 fue utilizada por primera vez la doncella de hierro y que su presentación fue estelar. Tenía como objetivo castigar a un falsificador de monedas que había causado problemas económicos a la ciudad. Pese a que no tenemos mucha información de este relato, que más bien parece sacado de alguno de los libros de ciencia ficción, lo cierto es que gracias a la escritura de muchos autores, la doncella de hierro se popularizó durante todo el renacimiento en Europa. Pero… ¿Qué es la doncella de hierro?

1. La máquina perfecta de tortura

Para muchas personas en el pasado, más que un instrumento de tortura, la doncella de hierro fue en realidad un mecanismo de «castigo», puesto que no siempre se buscó la muerte de la víctima. Verás, la doncella de hierro era una especie de ataúd metálico que cubría a la persona y que con clavos oxidados perforaba los cuerpos que tenía en su interior. Ahora bien, los historiadores, a través de relatos escritos, han logrado discernir que todo depende de la época en que nos fijemos. Si retrocedemos hasta el siglo XVI, nos encontraremos con una dama de hierro hecha en madera o hierro, en forma de cuerpo femenino, donde se introducía a la persona, permitiendo que, a la hora de cerrar las puertas, un conjunto de clavos hábilmente situados, se introdujeran en brazos, ojos, senos o pene.

No obstante, los relatos parecen indicar que su mayor uso se extendió a lo largo del siglo XIX, ahí donde no se buscaba la muerte, sino el simple castigo. La Doncella de Hiero era un dispositivo con el cual, encerrar a la persona para castigarla públicamente por pecados como la prostitución o la caza ilegal. En todo caso, tenía que ver con la causa de un intenso dolor que ninguna de las curiosidades del cuerpo humano podría detener.

Sea como sea, es importante preguntarnos el por qué de su feminidad alrededor del cual, se han escrito numerosas historias y ha servido de inspiración a una que otra película. Si recuerdas Sleepy Hollow, una de las mejores películas de Tim Burton, seguro que te viene esa escena final en que nos enseñan cómo falleció la madre de Ichabod Crane.

2. Literatura y tortura

La llamada Doncella de hierro aparece en numerosas novelas de la época romántica. En su cuerpo de más de dos metros, y en su interior forrado de afilados clavos oxidados, se contenía ese aire entre terrible, misterioso y sangriento, tan del gusto de autores como Bram Stocker. Dice la leyenda que Elizabeth Bathory, la condesa sanguinaria, tenía como afición personal encerrar a jóvenes muchachas en este instrumento de tortura para obtener su sangre y disfrutar, a su vez, del placer al ver esas muertes lentas y agonizantes que, a veces, podían durar días. Sin duda alguna es uno de los instrumentos de tortura más temido de todos los tiempos.

Como te lo planteamos unas cuantas líneas atrás, es curioso que este instrumento de tortura tuviera una forma femenina. ¿Por qué?, ¿acaso en esa época no se creía que las mujeres eran seres nobles? Bueno, en realidad es el rostro de la virgen María el que se dice tuvo la primera doncella de hierro. Para muchos cristianos del momento, la virgen María era una santa capaz de dar vida, pero también de quitarla. De allí que varias de las doncellas de hierro construidas durante los siglos XVI hasta el XIX tuvieran ese rostro donde se entremezclaba la piedad de esa cara, con el castigo de su abrazo mortal y doloroso.

La doncella de hierro medía algo más de dos metros, con lo cual les permitía introducir en ellas también a hombres de complexión fuerte y de gran estatura. Las puertas se cerraban como en un ataúd, ahí donde se disponían las púas, los clavos, algo más de media docena y todos oxidados. Cada uno de los clavos se encontraban situados en puntos estratégicos para no ofrecer una muerte directa, sino un eterno dolor.

3. El gran castigosupercurioso

Los penitentes quedaban «empalados» durante días en ese abrazo mortal, con los clavos en el interior de sus mejillas, en algún ojo, los brazos, los pechos o el pene, sufrían amargamente las horas hasta que se decidiera qué hacer con ellos; si sacarlo del sarcófago o dejarlo morir… ¿Lo puedes imaginar?

Como dato curioso te contamos que en su ciudad natal, Núremberg, se encontraba hace no mucho tiempo una doncella de hierro. Sin embargo, lamentablemente, fue destruida tras un bombardero durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de no disponer de ese testimonio físico, queda la literatura sobre ella, y sobre cómo, a lo largo de los siglos, acabó utilizándose para fines menos macabros.

Por último, a lo largo del XIX, pasó a ser más bien una especie de «capa de la infamia». Hombres y mujeres que habían cometido faltas públicas como ofensas, cazas ilegales o actos inmorales, se les castigaba colocando sobre sus cuerpos una especie de armazones de metal durante meses para ser ridiculizados públicamente.

Otros métodos de tortura

Estamos seguros de que disfrutarás conocer más historias como la de la doncella de hierro; por eso te invitamos a descubrir algunos otros instrumentos de tortura que realmente te impactarán. ¡Échales un ojo, te encantarán! 😀

Realmente curioso e inquietante. Prácticas que nos hacen pensar nuevamente sobre nuestra humanidad y la huella que queremos dejar en la historia. ¡Cuéntanos! ¿Qué tal te pareció la doncella de hierro?, ¿crees que es la más dolorosa de todas las torturas humanas? ¡Te leemos!