Todos tenemos nuestros momentos de inseguridad y momentos en los que preferiríamos escondernos debajo de la manta, antes que enfrentar una situación incómoda. Sin embargo, los individuos con Trastorno de la Personalidad por Evitación experimentan una timidez extrema y una baja autoestima tan intensa que se sienten incapaces de participar en la mayoría de los campos personales y profesionales.
Signos de que padeces Trastorno de la Personalidad por Evitación
Como su nombre indica, un síntoma característico de este trastorno es la evasión de una amplia variedad de situaciones. La razón de esta evasión se reduce a la muy baja autoestima, el miedo irracional a ser humillado y la creencia de que van a ser rechazados por sus compañeros y colegas debido a su insuficiencia percibida.
Según el Instituto Nacional de Salud Mental, aproximadamente el 5% de los adultos tienen Trastorno de la Personalidad por Evitación. Es importante tener en cuenta que muchos de los síntomas de trastorno de la personalidad por evasión son muy similares a otros trastornos, como el trastorno de ansiedad y pánico, por lo que si sospechas seriamente que lo tienes, pide una cita con un psiquiatra que pueda evaluar todos los síntomas y determinar la naturaleza exacta de tu problema. No es una enfermedad mental, pero es real y es posible mejorar con tratamiento.
Uno de los síntomas más habituales es el temor al rechazo, la humillación, por lo que tratan de evitar el trabajo y/o la escuela. Esta evasión probablemente se intensifica en los días en los que saben que pueden ser llamado a hablar en público, tener una reunión individual con un superior o asistir a una reunión social en la oficina donde la mezcla y la charla banal son inevitables.
Muchos de nosotros no disfrutamos de estas actividades; pero para las personas con Trastorno de la Personalidad por Evitación, se hace francamente insoportable, hasta el punto de resultar imposible. Este miedo no significa en absoluto que no sea un trabajador duro o que no esté comprometido con sus actividades académicas y profesionales, más bien la dura verdad sobre las enfermedades mentales: a menudo comienzan a controlarnos, si no buscamos ayuda.
La línea de fondo
Si no es tratado, el Trastorno de la Personalidad por Evitación puede limitar severamente la capacidad para vivir según el potencial social, personal y profesional de quien lo sufre. La terapia de conversación puede ayudar a avanzar lentamente pero con seguridad hacia una vida que no está gobernada por el miedo y la ansiedad. Debido a que el Trastorno de la Personalidad por Evitación es menos común que otros trastornos como la ansiedad generalizada y la depresión, es importante encontrar un terapeuta que tenga experiencia con esta enfermedad en particular. Porque aunque no se puede «curar», sin duda se puede tratar.
Si te ha gustado este tema, no te puedes perder nuestro artículo: Trastorno Bipolar, ¿estás seguro de que sabes qué es?