Cuando nos sentamos a la mesa de un restaurante y el maitre nos trae la carta, todo un mundo de sensaciones empieza a remover nuestros sentidos. Quizá íbamos con la idea preconcebida de pedir un plato concreto y finalmente hemos elegido otro completamente diferente, ¿por qué? Aunque no lo parezca, las cartas de los restaurantes están diseñadas con mucho cuidado y muy pensadas para que pidamos más unos platos que otros. Te explicamos 7 trucos de los restaurantes que… funcionan.
7 trucos de los restaurantes que… funcionan
Todos los restaurantes, desde los más sencillos a los más sofisticados, utilizan técnicas de de neuromarketing y de psicología del consumo para incrementar sus ventas. Entre los trucos más utilizados para conseguir que el cliente consuma más y se sienta satisfecho están los siguientes:
1. El tipo de letra
La fuente en la que está escrita la carta puede transmitir diversos mensajes: por ejemplo, una letra redonda y clara da sensación de cercanía; un tipo de letra cursiva conlleva una percepción de calidad. Pero los restaurantes saben también que el uso de fuentes demasiado elaboradas y que son difíciles de leer pueden alterar el sabor de la comida, por eso prefieren no usarlas.
2. La descripción de los platos
Para vender bien un plato, otro de los trucos de los restaurantes es realizar una descripción muy completa. No es lo mismo tomarse un «bistec con patatas» que un «solomillo de ternera de Galicia con patatas fritas al estilo del chef». ¿A que apetece más el segundo? Y siempre preferiremos unas «croquetas de cocido de la abuela» que unas simples «croquetas de pollo».
3. Los precios
Uno de los trucos de los restaurantes y de casi todos los comercios es no poner cifras redondas en sus precios. Pocas veces, las «croquetas de cocido de la abuela» nos costarán 5,00 euros, lo normal será que su precio sea de 4,95 euros. En el caso de los restaurantes, a diferencias de las tiendas de ropa, por ejemplo, los precios no acaban en 99 céntimos, ya que los estudios de neuromarketing nos dicen que nuestro cerebro relaciona esa cifra con productos de menor calidad.
4. El símbolo de la moneda
Siguiendo con los precios, en pocas cartas verás que la cifra aparezca seguida por el símbolo de la moneda, ya sea el euro (€), el dólar ($) o cualquier otra, en que se debe pagar. Nuevamente, la psicología comercial es la que explica que nuestro cerebro no quiere ver el símbolo porque le hace darse cuenta de que va a gastar dinero.
5. Fotos de algunos platos
Si una carta de un restaurante tiene la foto de algún plato, el chef sabe perfectamente que este será uno de los platos que más servirá. Como clientes nos sentimos atraídos por el manjar fotografiado porque nos da seguridad, sobre todo si la foto está bien hecha y es sugerente.
6. Ofrecer platos caros como cebo
El truco en este caso consiste en ofrecer platos muy caros para que los otros no nos lo parezcan tanto. Es el caso del marisco: si vemos que la langosta cuesta 59,95 €, el plato de cigalas a 29,95 € nos parecerá barato, aunque quizá eso no sea del todo cierto.
7. Situación de los platos en la carta
Otro de los trucos de los restaurantes es la situación de los platos en la carta. Nada se deja al azar, y así los platos más rentables se colocan en la parte superior de la página impar, ya que normalmente solemos dirigir nuestra mirada hacia la parte superior derecha.
¿Qué te han parecido los trucos de los restaurantes que te hemos explicado? Seguro que la próxima vez que vayas a uno te fijarás mucho más en todos ellos.
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