El libro de los Condenados ha servido de inspiración a científicos, escritores, guionistas de cine… su contenido, a pesar de contar con más de 100 años, es revisado por autores y amigos del misterio. Su autor, Charles Fort, recopiló en él todo lo «extraño» y fuera de lo normal de lo que tuvo noticia. Adentrémonos en el espeluznante «Libro de los Condenados».
El enigmático «Libro de los Condenados»
Cuan Charles Fort (1874-1932) le puso ese título, no se estaba refiriendo a pecadores irredentos, sino a todos aquellos acontecimientos que, por salirse de lo «normal» y resultar incómodos, eran condenados a permanecer en la oscuridad. Temas que la ciencia apartaba y excluía, pero que a él le parecían dignos de atención. Consideraba su libro como «una procesión de los condenados». Su primera edición está fechada en 1919.
Fort consideraba que muchos científicos tenían una actitud «fundamentalista» y no querían apartarse de los caminos marcados y estudiar esos fenómenos. No les interesaba buscar la verdad por no entrar en contradicción con las creencias de la ciencia oficial. Fort fue uno de los primeros en escribir sobre fenómenos «paranormales» y por ese motivo su obra es, aún actualmente, valorada y reconocida.
En el libro recoge muchos fenómenos extraños e interesantes que aún hoy resultan curiosos. Uno de los primeros que cita es el extraño resplandor que cubrió el cielo de todo el mundo el año 1883. La versión oficial es que fue debido a la explosión del volcán Krakatoa. Las investigaciones de Fort le llevaron a concluir que el resplandor fue anterior en unos meses a la explosión, por lo que ésta no pudo ser la causa. ¿Que ocurrió en el cielo terrestre? Los científicos, al no poder explicarlo utilizaron como una solución conveniente la explosión del Krakatoa, pero Fort evidencia que no era posible.
Fort no intentaba dar explicaciones, sino exponer los hechos y las contradicciones de las explicaciones oficiales, dejando al lector sacar sus propias conclusiones. Los temas que más le interesaban eran las lluvias orgánicas como las de ranas, peces, carne u otros materiales sin identificar, las misteriosas «piedras de rayo» de origen incierto, los posibles ovnis avistados en todo el planeta o la existencia de seres mitológicos como los gigantes o las hadas. También se interesó por las desapariciones misteriosas de personas, como la supuesta desaparición durante el terremoto de Lisboa de 1755 de varios cientos de personas que se encontraban en un refugio o la del famoso barco Mary Celeste, que apareció a la deriva sin tripulación.
Fort llenó cajas y cajas de documentos sobre hechos misteriosos y los más interesantes están en su obra. El libro, pasados ya más de 75 años de su primera edición, es de dominio público y, aunque en inglés, es posible leerlo en este enlace de Wikisource, si os interesa.
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