Todos hemos transitado alguna vez esos caminos que parecen empinarse con cada paso que damos. En esos momentos, nuestra visión se distorsiona y solemos inclinarnos más hacia lo amargo y turbio que en lo positivo. Es más, almacenamos con la llave de la decepción esas pequeñas alegrías que tanto bien le hacen al alma.
Pero debemos decirte que, aunque la vida esté llena de retos, tener presente esos pequeños y grandes logros… recopilados a lo largo de nuestra existencia, nos arma de valor para seguir adelante con buen pie. ¡Aprende a ver lo bueno! Y para ello, te exponemos varias señales de que te va mejor de lo que crees.
12 señales de que te va mejor de lo que crees, ¡aprende a ver lo bueno!
- Sabes reconocer lo que no necesitas en tu vida. Es momento de que te dés una palmadita de aprobación en el hombro. Llegar hasta este punto requiere de coraje y experiencia. Saber lo que no quieres es tan valioso como saber lo que quieres. Si identificas qué no te hace feliz, lo qué no es conveniente o qué no debes seguir haciendo para cumplir tus objetivos, estás a varios pasos más cerca de alcanzar grandes recompensas.
- Tomas decisiones difíciles y las asumes con valentía. Así te tiemble un poco el pulso con este tipo de elecciones, las decisiones difíciles hablan de tu determinación. Hay que ser valientes y seguros para abandonar un mal trabajo o una relación tóxica, ¿no es así? De esta manera te conviertes en el velero que, en medio de turbulencias, se ha dirigido a marcha segura al destino que tú mismo has elegido… y créenos, esto es muchísimo.
- Aprecias momentos, más que lo material. Si reconoces que los bienes materiales no llenan corazones tristes, pero sí los momentos con los que construyes lindas memorias que recordar ahora y más adelante, comprenderás que la felicidad yace en los pequeños detalles y en ver lo bueno en cualquier circunstancia, por simple que parezca.
- Tienes metas que ya has conquistado. Tuviste la convicción e invertiste el esfuerzo suficiente para cumplir lo que te has propuesto alcanzar. Piensa en aquellas cosas por las que dijiste “quiero hacerlo” y lo lograste. Y aún más, sentiste satisfacción por ello. Esto se llama: victoria.
- ¡Y te has trazado muchas otras qué lograr!. Aquellas metas que ya lograste te dejaron un buen sabor. Pero quieres ir por más, porque la vida es más apasionante cuando vas tras retos que sabes que te harán crecer en todos los sentidos.
- No te importa lo que otros piensen de ti. Eres consciente de que no puedes cumplir con las expectativas de todo el mundo, así que te mantienes fiel a lo que quieres y a lo que eres. Porque son tus acciones y es tu propio camino.
- Cambias lo que puedes cambiar. Si una situación puede revertirse, prefieres actuar que sentarte a esperar que las cosas empeoren o permanezcan como están. Sabes que depende de ti que el panorama cambie su curso. Entonces te concentras en armar un plan de acción en lugar de quejarte y lamentarte.
- Tienes un impacto positivo en otros. ¿Has hecho sonreír o has reconfortado a alguien cuando las cosas no andan del todo bien? Si es así, internamente has cosechado varios éxitos. Tienes empatía hacia otros y esto habla de tus valores como persona.
- Te has levantado después de tropezar. Secaste tus lágrimas y te libraste de la ira. Decidiste levantarte y seguir adelante. Lo has hecho una y otra vez. Eres fuerte y lo serás incluso más con cada obstáculo que superes. Esta es una virtud que la poseen solo las personas exitosas.
- Trabajas para ser mejor persona. Cada tropiezo es una oportunidad para reinventarte para bien. Así que los tomas, creces con las experiencias y te enfocas en ser la mejor versión de ti mismo, porque tú eres tu bien más preciado.
- Equilibras tu vida. Te sientes tan capaz que puedes hacer un balance entre las obligaciones y tu vida personal. Administras tu tiempo para compartir con los que amas y para mimarte a ti mismo con salidas entre amigos, viajes o cualquier otro estímulo que te de una bocanada de aire fresco. Respondes al compromiso, pero también vives.
- Quieres superarte. Siempre habrá alguien que haga lo que tú haces con resultados más notorios, sin embargo, esto no te debilita. Reconoces las capacidades de otros y trabajas duro para mejorar en cualquier área de tu vida. Quieres dar lo mejor de ti y has visto progresos. .
¿Te gustó el artículo? Si conviertes esta práctica de ver lo bueno como un mantra diario ¿qué no lograrías en la vida?.
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